Las enfermedades que se agrupan bajo el nombre de demencia se caracterizan por deteriorar las funciones cerebrales, siendo la memoria, el comportamiento y la cognición algunas de las capacidades que se pierden conforme avanzan las afecciones.

El alzhéimer es, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, uno de los tipos más comunes y frecuentes de demencia. Esta condición llega a representar más del 60 por ciento de los casos de estos trastornos neurodegenerativos en el mundo.

Una de las características propias de esta enfermedad es que se presenta gradualmente y, a medida que se desarrolla, los pacientes experimentan cambios significativos que llegan a degenerar la calidad de vida significativamente. Según la Asociación del Alzheimer, esta afección se puede dividir en tres etapas principales: leve o temprana, moderada o media y grave o final. Cada uno de estos momentos se caracterizan por determinados síntomas.

La madre mayor abraza a su hija mientras sufre, triste al recordar a su esposo perdido. | Foto: Getty Images

¿Cómo identificar que una persona está en la etapa final del alzhéimer?

Esta clase de demencia progresiva implica una dependencia del paciente en el largo plazo, al tiempo que se deteriora la memoria, se pierde la capacidad intelectual y se presentan comportamientos erráticos.

Como explica el Instituto Nacional del Envejecimiento, una entidad anexa a los Institutos de Salud de los Estados Unidos, durante la etapa final del alzhéimer las personas suelen tener dificultades para comprender su entorno y realizar hasta las tareas sencillas que solían hacer parte de su rutina diaria.

Al llegar a esta fase de la enfermedad, ya se han dañado muchas de las funciones cerebrales, tanto así que resulta complejo mantener una conversación con el paciente, debido a que se pierden las habilidades cognitivas que permiten la comunicación.

Por otra parte, quienes se encuentran en este punto tienen problemas para desplazarse en el espacio o controlar sus movimientos, lo que los incapacita y los vuelve totalmente dependientes de sus cuidadores.

Es uno de los momentos más duros tanto para los pacientes, como para sus familiares y enfermeros, por la vulnerabilidad y los cambios que atraviesan a lo largo de ese tiempo. Quizá uno de los aspectos más dicientes de la gravedad de esta condición es que, según la organización Know Alzheimer, las personas que padecen de alzhéimer dejan de reconocer a sus allegados y tienen comportamientos que no responden a la personalidad que se recuerda de ellos.

En los casos más graves, quienes se encuentran en la etapa final suelen permanecer en cama por el resto de su vida, con el acompañamiento de sus cuidadores para tareas básicas como bañarse y comer.

De acuerdo con la Asociación del Alzhéimer, la función prioritaria de las personas que conviven con pacientes de este tipo de demencia es mantener su dignidad, aunque hayan perdido sus capacidades cognitivas y no sean conscientes por completo de su situación.

“En este punto de la enfermedad, el mundo se experimenta fundamentalmente a través de los sentidos. Puede expresar su dedicación a través del tacto, el sonido, la vista, el gusto y el olfato”, agrega la entidad. Por ello, se recomienda realizar algunas actividades que estimulen dichos sentidos y le propicien una sensación de bienestar a los pacientes.

También puede ser de interés...

Ciertas prácticas recomendadas por la mencionada organización:

  • Aplicar perfumes o cremas con un aroma familiar para el paciente
  • Disfrutar del paisaje al aire libre
  • Elaborar algunos de sus platos favoritos para su alimentación
  • Hacer tardes de lectura (ojalá de textos que sean del gusto del paciente)
  • Escuchar la música de preferencia del paciente durante el día

Asimismo, se aconseja a los familiares que no teman en recurrir a asistencia adicional, cuando el cuidado se vuelve extenuante y llega a ser difícil también a nivel emocional.