El líquido en la rodilla o “agua en la rodilla”, conocido científicamente como sinovitis en la rodilla, es una inflamación de la membrana sinovial.

En concreto, se trata de un tejido que reviste internamente a la rodilla que promueve el aumento de la cantidad de líquido sinovial, generando síntomas como dolor, inflamación y dificultad en el movimiento.

El sitio especializado AxaHealthKeeper, señala que independientemente del origen de la lesión, cuando se acumula líquido en la rodilla, los síntomas más habituales son: dolor, que puede llegar a ser muy invalidante; rigidez o edema.

La acumulación de líquido en la rodilla también puede ser producido por un golpe o por situaciones como un trauma directo, (cuando una persona cae de rodillas) o después de una torcedura de tobillo. No obstante, también puede surgir en casos de enfermedades como la gota, artritis reumatoide, osteoartritis u osteoporosis, o por esfuerzo repetitivo, según el portal especializado en salud, Tua Saúde.

El líquido en las rodillas puede surgir en casos de enfermedades como la gota, artritis reumatoide, osteoartritis u osteoporosis. Foto: GettyImages. | Foto: GettyImages

Causas

  • Personas con sobre peso.
  • Deportistas que friccionan mucho y desgastan la articulación.
  • Personas de edad avanzada, con desgaste osteo-articular.
  • Heridas o infecciones.

Cabe resaltar que este tipo de lesiones en la rodilla deben ser tratadas, para evitar complicaciones como una pérdida de musculación en la zona o la aparición del quiste de Baker, en la parte trasera de la rodilla, que puede ser muy doloroso y precisa ser extirpado, según AxaHealthKeeper.

Tratamientos caseros

Agua fría

  • Colocar una bolsa de agua fría sobre la articulación inflamada y adolorida, 3 a 4 veces por día.
  • Para esto, basta comprar una bolsa de gel en la farmacia o droguería y meterla en el congelador durante algunas horas.
  • Cuando esté congelada debe enrollarla en papel de cocina o en un paño y colocarla directamente sobre la rodilla, dejándola actuar durante 15 minutos.
  • Por lo general, no se recomienda el uso de compresas calientes en la rodilla, únicamente bajo indicación del médico o del fisioterapeuta.

Ejercicio

  • Un buen ejercicio es acostarse boca arriba y doblar la pierna hasta que el dolor lo permita, que es el punto donde comienza a incomodar y, después, estirar nuevamente la pierna.
  • Debe repetirse este movimiento 20 veces aproximadamente, sin forzar demasiado la pierna para no aumentar el dolor.

Sesiones de taichí

  • Está demostrado que esta práctica milenaria basada en movimientos lentos y suaves relaja las articulaciones y consigue que ganen flexibilidad.
  • Durante la sesión se liberan endorfinas, un tipo de hormonas que proporcionan sensación de bienestar y que, paralelamente, sienta muy bien a toda la musculatura (en el caso de que esté comprimida, contracturada, el riego sanguíneo a la articulación mejorará gracias a ella).

Infusión de jengibre y cúrcuma

El consumo de algunas bebidas diuréticas podría ayudar a aliviar la inflamación y, por lo tanto, el dolor que ocasiona la acumulación de líquido en la rodilla.

Ingredientes

  • Agua.
  • 2 cucharadas de miel de abejas (50 g).
  • ½ cucharadita de jengibre en polvo (2 g).
  • ½ cucharadita de cúrcuma en polvo (2 g).

Preparación

  • Poner a hervir dos tazas de agua y, cuando lleguen a ebullición, incorporar el jengibre y la cúrcuma en polvo.
  • Reducir la llama del fuego y dejar que se concentren durante dos minutos más.
  • Pasar el líquido a través de un colador, endulzar con miel de abejas y consumir.