La testosterona es la principal hormona sexual masculina. Sin embargo, las mujeres también tienen pequeñas cantidades. De esta dependen las características típicamente masculinas, como el vello facial, púbico y corporal, así como los músculos.
Según Endocrine Society, esta hormona también ayuda a mantener el impulso sexual, la producción de espermatozoides y la salud de los huesos. El cerebro y la glándula pituitaria son los encargados de controlar la cantidad de testosterona que producen los testículos.
En ocasiones, los niveles de testosterona pueden estar bajos, pero también elevados. Una testosterona alta puede manifestarse a través de síntomas tales como: crecimiento de vello corporal, cambios en el estado de ánimo, aparición de acné y aumento de la grasa corporal, entre otros.
Que esta hormona se incremente en el cuerpo puede deberse a diversos factores relacionados con la edad (pubertad), tumores, o consumo de esteroides o de suplementos de testosterona, según información del portal Mejor con Salud.
El portal Tu Médico, de España, asegura que tener la testosterona alta en hombres supone un cambio hormonal muy importante para el organismo y, que si no se trata a tiempo, puede generar consecuencias en el funcionamiento de órganos como el corazón, el hígado, el sistema endocrino, las glándulas suprarrenales y el sistema reproductor.
En este sentido, información de la biblioteca médica Medline Plus indica que los niveles altos de testosterona pueden ser una señal de un tumor en los testículos o las glándulas suprarrenales, que están encima de los riñones y controlan la frecuencia cardíaca, la presión arterial y otras funciones del cuerpo.
Señales de niveles elevados
Son diversas las señales que pueden indicar que los niveles de testosterona están por encima de lo normal. Una de las más evidentes son los cambios en el estado de ánimo.
El portal Mejor con Salud indica que esta hormona modula la expresión de algunos comportamientos y rasgos de la personalidad, principalmente los relacionados con el mantenimiento del estatus social y con la reproducción. Por ejemplo, altas concentraciones de testosterona están asociadas con una mayor agresividad, competitividad, dominancia, libido sexual y búsqueda de pareja, entre otras.
- Crecimiento del vello corporal. Otro signo es el incremento excesivo del vello facial y corporal. El abundante pelo corto y grueso en la barba es uno de los signos más significativos de la testosterona alta.
- Más grasa corporal. Cuando la testosterona está elevada se puede incrementar la producción de grasa en la circunferencia abdominal, lo que puede llevar al aumento de peso. También ocurre en la piel, lo que puede ocasionar acné y cuero cabelludo graso.
- Calvicie. Al contribuir a la mayor producción de grasa en la piel, los niveles altos de testosterona pueden ocasionar pérdida temprana del cabello. Sin embargo, también depende de la predisposición genética que puede acelerar el proceso.
- Agrandamiento muscular. La testosterona estimula en los hombres el desarrollo muscular. Sin embargo, el exceso de esta hormona puede influir en la formación de hombros más anchos y densos de lo normal. Incluso, se podría ver una hipertrofia muscular. Es decir, un crecimiento exagerado de los músculos, según Mejor con Salud.
- Desarrollo óseo anormal y voz grave. Una testosterona elevada se relaciona con un desarrollo óseo que sobrepasa los límites de lo normal. Por ejemplo, la mandíbula se ensancha en personas que consumen refuerzos sintéticos de testosterona, o se inyectan hormonas de crecimiento. También, la voz se vuelve más potente y grave debido a que los músculos de la laringe, el cartílago y la manzana de Adán tienen mayor crecimiento y fuerza.
- Ginecomastia. Al tener exceso de testosterona, la zona del pecho de los hombres, conocidos como los senos masculinos, se desarrollan más. De acuerdo con los expertos de la Hormone Health Network, en algunos casos, no se requiere tratamiento. En otros, este depende de factores que causan el agrandamiento.
- Menos espermatozoides. Según Tu Médico, también se puede presentar disminución de la producción de espermatozoides hasta el punto de causar infertilidad.