El síndrome del intestino irritable (SII o IBS, por sus siglas en inglés), también conocido como colon irritable, colitis, colitis mucosa, colon espástico, colon nervioso e intestino espástico, es un conjunto de síntomas que se presentan juntos.
El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) explica que el SII es “un trastorno gastrointestinal funcional. Los trastornos gastrointestinales funcionales, que los doctores ahora llaman trastornos de las interacciones entre el intestino y el cerebro, están relacionados con problemas con la forma en que el cerebro y el intestino trabajan. Estos problemas pueden hacer que el intestino se vuelva más sensible y cambie la forma en que se contraen los músculos del intestino. Si el intestino está más sensible, puede sentir más dolor abdominal e hinchazón. Los cambios en la forma en que los músculos del intestino se contraen causan diarrea, estreñimiento o ambos”.
En lo que refiere a la sintomatología, Mayo Clinic, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que estos pueden variar y, a menudo, persisten por un período prolongado. Dolor, cólicos o hinchazón en el abdomen relacionados con la evacuación intestinal; cambios en el aspecto de las deposiciones y cambios en la frecuencia con la que se evacúan los intestinos son los más comunes. Reseña que otros síntomas que suelen estar relacionados con este padecimiento incluyen hinchazón, aumento de gases o mucosidad en las heces.
Advierte que se se debe consultar al médico si la persona tiene “un cambio persistente en los hábitos intestinales u otros signos o síntomas del síndrome de colon irritable. Pueden indicar una afección más grave, como cáncer de colon”. En ese sentido, según Mayo Clinic, los signos y síntomas más graves incluyen: pérdida de peso, diarrea nocturna, sangrado rectal, anemia por deficiencia de hierro, vómitos inexplicables, dificultad para tragar y dolor persistente que no se alivia al expulsar gases o al defecar.
Se trata de una afección que puede ser manejada por quienes la padecen. “En muchos casos, algunos cambios simples en tu alimentación y tu estilo de vida pueden proporcionarte alivio en relación con el síndrome de colon irritable”, señala la entidad. En ese sentido, en palabras de Mayo Clinic, estos son algunos cambios que pueden poner en práctica las personas para controlar el síndrome de colon irritable, no sin antes advertir que se trata de un proceso y que el cuerpo necesitará tiempo “para responder a estos cambios”:
- Experimentar con la fibra: la fibra ayuda a reducir el estreñimiento, pero también puede empeorar los gases y los cólicos. El mejor enfoque es aumentar lentamente la cantidad de fibra en la dieta durante un período de semanas, con alimentos como cereales integrales, frutas, verduras y fríjoles. Un suplemento de fibra puede causarle a la persona menos gases e hinchazón que los alimentos ricos en fibra.
- Evitar los alimentos problemáticos: se deben eliminar los alimentos que provoquen síntomas.
- Comer a horas regulares: no saltear comidas y trata de comer a la misma hora todos los días para regularizar el funcionamiento intestinal es una de las medidas a considerar. Si la persona tiene diarrea, es posible que note que comer comidas más pequeñas y con mayor frecuencia hace que se sienta mejor. Sin embargo, si la persona sufre de estreñimiento, comer grandes cantidades de alimentos ricos en fibra puede ayudarle a que los alimentos se muevan por los intestinos.
- Hacer ejercicio con regularidad: el ejercicio ayuda a aliviar la depresión y el estrés, estimula las contracciones normales del intestino y puede ayudar a que la persona se sienta mejor consigo mismo. Es prudente hablar con el médico sobre un plan de ejercicios.