El astigmatismo es un defecto visual que consiste en no poder enfocar bien los objetos generando una visión borrosa y distorsionada desde cualquier distancia. Esto ocurre cuando la córnea, capa externa y transparente del ojo, no es simétrica ni presenta en todos lados la misma curvatura.

Esta visión borrosa nada tiene que ver con otras afecciones visuales, como la miopía y la hipermetropía, por lo que se puede padecer esta dificultad junto con otros inconvenientes visuales y provocar una visión bastante deficiente, indican expertos de Lafam.

La genética juega un papel muy importante en la aparición del astigmatismo, de hecho, hay personas que incluso nacen con esta patología. Su origen es desconocido y puede surgir en diferentes momentos de la vida; en algunas ocasiones debido a una lesión, traumatismo, enfermedad, intervención ocular o cirugía de cataratas.

Lo que sí se sabe con certeza es que la causa del astigmatismo no es el uso excesivo de pantallas, computadores, tabletas o televisión, ni tampoco forzar la vista en espacios con poca luz, según indica una publicación del portal Masvisión.es.

De acuerdo con la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, el astigmatismo dificulta la visualización de detalles sutiles, ya sea de cerca o a distancia.

En un ojo con forma normal, la córnea tiene una curvatura uniforme y tiene forma redonda. En ojos con astigmatismo, la córnea tiene forma más ovalada, eso hace que la luz se disperse al pasar, por ello el resultado es una imagen borrosa en la retina que dificulta la visión.

El astigmatismo no permite enfocar bien independiente de la distancia. | Foto: Getty Images

En la lista de síntomas que se pueden presentar y evidenciar este padecimiento está el dolor de cabeza, los mareos, la dificultad para concentrarse, las irritaciones y molestias oculares y la fatiga ocular, que es el resultado de forzar la vista.

Estas molestias no solo afectan el trabajo diario sino también la vida personal. La visión borrosa puede tener graves consecuencias, por ejemplo, cuando una persona está conduciendo. Por esta razón, es esencial un diagnóstico temprano con el objetivo de obtener el tratamiento indicado del especialista.

El astigmatismo se diagnostica con un examen ocular y el tratamiento se centra en mejorar la claridad de la visión y brindar alivio a la vista; sin embargo, no se cura. Los tratamientos son el uso de lentes correctivos o la cirugía refractiva.

En el caso de los lentes lo que hacen es contrarrestar las curvaturas desiguales de la córnea y el cristalino. Aquí se pueden incluir las gafas y los lentes de contacto.

En el caso de la cirugía refractiva, esta mejora la visión y reduce la necesidad de usar anteojos o lentes de contacto. El cirujano ocular utiliza un rayo láser para remodelar las curvas de la córnea, lo que corrige el error de refracción, indica Mayo Clinic.

Sin embargo, con esta cirugía se pueden presentar algunas complicaciones que pueden aparecer una vez realizado el procedimiento, como por ejemplo, subcorrección o sobrecorrección del problema inicial; efectos secundarios en la visión, como ver destellos alrededor de las luces, ojo seco, infección, cicatrices en la córnea y en raras ocasiones pérdida de la visión.

¿Qué sucede con los niños?

Los más pequeños muchas veces no se dan cuenta que enfocan mal los objetos y por eso esta tarea depende en la mayoría de los casos de la atención de sus padres, quienes además deben tener presente que esta patología suele tener una causa genética, es decir, puede ser hereditaria.

corregir el astigmatismo es clave para evitar complicaciones de salud.

Cuando se trata de defectos visuales en niños, y de la dificultad de enfocar objetos lejanos o cercanos, es común que cuando acudan al examen visual, solo se traten los problemas refractivos como la miopía y la hipermetropía, mas no el del astigmatismo. Para detectarlo, sus padres pueden estar atentos a los siguientes síntomas, según Lafam.

  • Dolores de cabeza.
  • El niño guiñe los ojos buscando enfocar mejor.
  • El menor tuerce la cabeza buscando un ángulo que le permita ver mejor.
  • Irritación en los ojos.
  • Fatiga visual.

Es importante estar atentos a la forma en que los niños miran, pues posibles defectos de visión pueden generar problemas no solo de salud, sino de comportamiento y desarrollo personal y académico. Hacer un diagnóstico a tiempo es ideal para mejorar sus condiciones y calidad de vida.