La depresión es una enfermedad común, pero grave que interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida, conforme con la Organización Mundial de la Salud.

De acuerdo con el organismo, es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Algunas investigaciones indican que el riesgo genético para la depresión es el resultado de la influencia de varios genes que actúan junto con factores ambientales y otros factores de riesgo.

Según cifras del Dane en Colombia a junio del 2021, 1 de cada 4 personas reportaron sentirse deprimidos, luego de la pandemia ocasionada por el virus del covid-19. No obstante, es importante aclarar que enfermedades como la depresión no distinguen edad, sexo, clase social, raza u otros factores.

Según Mayo Clinic, no es posible recuperarse de esta enfermedad de la noche a la mañana. Razón por la que si se está sintiendo alguno o varios de estos síntomas, se debe acudir a un profesional de la salud mental tan pronto como sea posible.

Asimismo, el tratamiento de la depresión puede tomar un largo tiempo. Por lo que también es importante que hacerlo saber a los seres queridos cómo se está sintiendo la persona y si se llega a tener algún pensamiento relacionado con el suicidio.

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud, define la depresión como “una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas”.

La depresión no es un juego. | Foto: Getty Images

Por otra parte, el trastorno de ansiedad se caracteriza por sentimientos de miedo, temor e inquietud, según Medline Plus. El servicio de información de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos añade que “sentir ansiedad puede ser normal en ciertas ocasiones de la vida; sin embargo, no se debe confundir con el trastorno de ansiedad, pues este puede ser abrumador para la persona que lo padece y puede empeorar con el paso del tiempo”.

Algunos de los síntomas son: pensamientos difíciles de controlar, los cuales interfieren en la vida diaria; latidos cardíacos fuertes o rápidos; dolores; molestias; mareos; falta de aire; cambios en el comportamiento; entre otros.

Sumado a ello, con el auge de las redes sociales hay muchos términos que se generalizan y se ponen ‘de moda’ para expresar sentimientos o estados de ánimo. Uno de ellos es ‘estoy deprimido’, una frase muy común entre los jóvenes de hoy. ¿Pero es solo moda? ¿Cuándo ponerle atención?

Maggie Pulido es una psicóloga colombiana que reside en Arabia Saudita, desde donde atiende a personas con sus problemas de depresión y ansiedad a través de las redes sociales. En su podcast En sesión con Maggie, la especialista da algunas pautas para conocer si un hijo está padeciéndola:

  • Preguntar: Esto es muy importante. Indagar sobre el motivo o la situación que hace sentir mal a nuestros hijos.
  • Escuchar: Ser capaz de ponerse en los zapatos del otro y de escuchar la situación que los hace sentir mal.
  • No Juzgar: Entender que lo que para los padres es un problema menor, para un adolescente puede ser muy grave. Tratar de ponerse en su situación.
  • No usar frases preconcebidas como ‘¿de qué te quejas si te hemos dado todo?’, ‘no seas ingrato, yo no tuve lo que tú tienes’: Las dificultades que hayan tenido los padres no hacen parte de su realidad.
  • Conectar con sus gustos: Entender que el mundo avanza rápido.