El crecimiento de los niños depende en parte de la genética, de la alimentación y de un estilo de vida saludable. Los niños generalmente crecen a un ritmo sostenido, incrementando de 6 a 7 centímetros anualmente.
“El patrón de crecimiento de su hijo está determinado en gran medida por la genética. Forzar a un niño a comer más o a tomar una cantidad excesiva de vitaminas, minerales u otros nutrientes no hará que sea más alto y podría conducir a problemas relacionados con el peso”, explica Kidshealth, portal especializado en salud de los niños.
Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señalan que no hay formas o métodos comprobados que ayuden a predecir la estatura adulta de un niño. Sin embargo, hay algunas fórmulas que pueden ayudar a estimarla.
“Recuerda que la estatura de un niño está controlada en gran medida por la genética. También es importante tener en cuenta que los niños crecen a ritmos diferentes. Algunos niños comienzan sus fases de crecimiento de forma temprana, mientras que otros presentan un retraso constitucional del crecimiento”, apunta la entidad de salud.
La primera opción se realiza de la siguiente forma:
- Sumar la estatura de la madre más la del padre en centímetros.
- Sumar 13 centímetros para los niños o restar 13 centímetros para las niñas
- Dividir entre 2 el resultado.
La segunda opción es:
- Multiplicar por 2 la estatura del niño a los 2 años o de una niña a los 18 meses.
Malnutrición
Una alimentación saludable es clave para el crecimiento y buen desarrollo de los niños. Los padres y cuidadores deben velar por una dieta equilibrada que brinde los nutrientes necesarios para que no haya déficit o retrasos en este proceso.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) estima que cerca de 40 millones de niños tienen inseguridad nutricional grave en 15 países. Esto significa que no reciben la alimentación mínima para tener un buen crecimiento y desarrollo en la primera infancia.
“La malnutrición perjudica profundamente el crecimiento y el desarrollo de los niños. Si no tenemos en cuenta este problema, los niños y las sociedades tendrán dificultades para alcanzar su pleno potencial. Este desafío sólo puede superarse abordando la malnutrición en todas las etapas de la vida del niño y dando prioridad a las necesidades nutricionales específicas de los niños en los sistemas alimentarios y en los sistemas de apoyo de salud, agua y saneamiento, educación y protección social”, explica Unicef.
Sobre esa misma línea, Unicef detalla que los niños con malnutrición pueden desarrollar no solo problemas físicos sino que también padecen retrasos en el aprendizaje y en su desarrollo cognitivo.
Trastorno de aprendizaje en niños
Los trastornos de aprendizaje más comunes afectan la lectura, la expresión escrita, las habilidades no verbales o las matemáticas.
Expresión escrita
- Escritura lenta y laboriosa
- Dificultad para volcar los pensamientos en papel
- Texto escrito mal organizado o difícil de entender
- Problemas con la ortografía, la gramática y la puntuación
Matemáticas
Problemas para:
- Comprender cómo funcionan los números y cómo se relacionan entre sí
- Calcular problemas matemáticos
- Memorizar cálculos básicos
- Usar símbolos matemáticos
- Comprender los problemas expresados con palabras
- Organizar y registrar información mientras se resuelve un problema de matemáticas
Habilidades no verbales
Problemas para:
- Interpretar expresiones faciales y señales no verbales en las interacciones sociales
- Usar el lenguaje apropiadamente en situaciones sociales
- Coordinación física
- Habilidades de motricidad fina, como escribir
- Atención, planificación y organización
- Nivel superior de comprensión lectora o expresión escrita, que suele aparecer en los últimos años de la escuela primaria