A pesar de que las mascotas hacen parte de la vida de la mayoría de personas, y se convierten en parte de las familias, creando recuerdos invaluables de la mano de sus dueños, en algunas ocasiones este amor incondicional de los animales se ve interrumpido por las alergias.
La alergia a alguna mascota es una reacción alérgica a proteínas que se encuentran en las células de la piel, la saliva o la orina de un animal. Los signos de la alergia comprenden los mismos síntomas frecuentes de la rinitis alérgica, como estornudar y moquear.
Algunas personas también pueden experimentar signos del asma, como tener un silbido al respirar o dificultad para hacerlo.
Por lo general, la exposición a las escamas muertas de la piel (caspa) que pierde una mascota desencadena este tipo de alergia. Y, si bien cualquier animal que tenga pelos puede provocar este tipo de reacción, en la mayoría de los casos esta se asocia a perros y gatos.
Según especialistas de Mayo Clinic, si una persona tiene alergia a alguna mascota, lo más recomendable es evitar la exposición al animal o reducirla en la mayor medida. Es posible que se llegue a necesitar de medicamentos y otros tratamientos para aliviar los síntomas y controlar el asma.
Síntomas
Entre los signos y síntomas de la alergia a las mascotas causados por la inflamación de los conductos nasales se incluyen los siguientes:
- Estornudos.
- Resfrío.
- Ojos rojos, llorosos o con picazón.
- Congestión nasal.
- Picazón en la nariz, el paladar o la garganta.
- Goteo nasal posterior.
- Tos.
- Dolor y presión facial
- Despertar frecuente.
- Piel azulada e inflamada debajo de los ojos.
- En el caso de un niño, frotarse la nariz hacia arriba con frecuencia.
Si la alergia a una mascota contribuye al asma, también se pueden experimentar algunas alertas como las siguientes:
- Falta de aliento.
- Presión o dolor en el pecho.
- Pitido o silbido que puede oírse al exhalar.
- Problemas para dormir causados por dificultad para respirar, tos o silbido al respirar.
Síntomas cutáneos
Algunas personas con alergia a las mascotas también pueden experimentar síntomas cutáneos, un patrón conocido como dermatitis alérgica. Este tipo de dermatitis es una reacción del sistema inmunitario que causa inflamación de la piel. El contacto directo con una mascota causante de alergias puede desencadenar dermatitis alérgica y provocar signos y síntomas como:
- Parches de piel rojos y elevados (urticaria).
- Eccema.
- Picazón en la piel.
Algunos signos y síntomas de la alergia a las mascotas, como el moqueo o los estornudos, son similares a los del resfriado común. A veces, es difícil saber si se tiene un resfrío o una alergia. Si los síntomas persisten más de dos semanas, la persona podría tener una alergia.
Si son intensos (con los conductos nasales completamente bloqueados y dificultad para dormir o sibilancias), lo recomendable es que se llame al médico. Buscar atención de emergencia si las sibilancias o la dificultad para respirar empeoran rápidamente o si la persona tiene dificultad para respirar al realizar actividades mínimas.
Causas
Las alergias ocurren cuando el sistema inmunitario reacciona ante una sustancia extraña, como el polen, el moho o la caspa de las mascotas.
El sistema produce proteínas que se conocen como “anticuerpos”. Estos anticuerpos protegen de invasores no deseados que podrían causar enfermedades o infecciones. Cuando alguien tiene alergia, su sistema inmunitario hace que los anticuerpos identifiquen un alérgeno en particular como algo dañino, aunque no lo sea.
Al inhalar el alérgeno o entrar en contacto con este, su sistema inmunitario responde y produce una respuesta inflamatoria en las fosas nasales o los pulmones. La exposición prolongada o regular al alérgeno puede causar la inflamación continua (crónica) de las vías respiratorias asociada con el asma.
Los alérgenos de los perros y gatos se encuentran en las células de la piel de los animales (caspa), así como en la saliva, la orina, el sudor y el pelaje. La caspa es un problema particular porque es muy pequeña y puede permanecer en el aire durante largos períodos con la más mínima circulación de aire. También se acumulan fácilmente en los muebles tapizados y se adhiere a la ropa.
La saliva de las mascotas puede adherirse a las alfombras, la ropa de cama, los muebles y la ropa. Inclusive, la saliva seca se puede transmitir por el aire. Es posible que perros y gatos denominados “hipoalergénicos” se desprendan de menos pelo, pero ninguna raza es realmente hipoalergénica.
Entre los roedores mascotas se incluyen ratones, jerbos, hámsteres y conejillos de Indias. Los alérgenos de los roedores suelen estar presentes en el pelo, la caspa, la saliva y la orina. El polvo de la arena o el aserrín en el fondo de las jaulas puede contribuir a la formación de alérgenos en el aire procedente de los roedores. Los alérgenos del conejo están presentes en la caspa, el pelo y la saliva.
Complicaciones
Infecciones de los senos paranasales. La inflamación continua (crónica) de los tejidos en los conductos nasales causada por la alergia a las mascotas puede obstruir las cavidades huecas conectadas a los conductos nasales (senos paranasales). Estas obstrucciones pueden hacer que usted sea más propenso a desarrollar infecciones bacterianas de los senos paranasales, como la sinusitis.
Asma. Las personas con asma y alergia a las mascotas a menudo tienen dificultad para controlar los síntomas del asma. Pueden correr el riesgo de sufrir ataques de asma que requieran tratamiento médico inmediato o atención de emergencia.