En casi todas las relaciones de parejas existen situaciones complicadas en las que se pueden dar varios comportamientos que deberían encender una alarma o indicar una señal de peligro que llegan a formar una relación tóxica.
Las relaciones con comportamientos tóxicos se dan porque un integrante del vínculo amoroso tienen ciertas actitudes totalmente anormales e inapropiadas, que pueden ocasionar una situación de vulnerabilidad psicológica, emocional y, en muchos casos, física para la otra persona.
A diferencia de una relación tóxica, una relación saludable, entre otras cosas, consiste en que cualquiera de las dos partes se sienta libre de hacer y decir lo que quiera. Es decir, dentro de los límites de una relación, pueden actuar como deseen sin miedo a las posibles consecuencias que esto pueda tener por parte de su pareja. En estas relaciones ambas personas se respetan, tienen confianza el uno en el otro y se apoyan mutuamente, pero este tipo de relaciones son las más escasas.
De acuerdo con varios expertos, las personas que están inmersas en relaciones amorosas tóxicas no son capaces de darse cuenta de que están viviendo una situación de abuso y tienden a manipular el juicio de lo que realmente es amor. Es por ello que el portal Psicología y Mente da a conocer algunas señales para reconocer una relación tóxica.
Actitudes de control: con frecuencia, a la pareja la molesta que pase tiempo con los amigos o familiares, controla los gastos personales, lleva el control innecesario sobre la vida financiera de su pareja, pregunta constantemente sus horarios y planifica su vida sin pedirle opinión, exige una recompensa cuando hace un favor, es habitual que use el chantaje emocional para obtener lo que quiere y por lo general, estas personas tiene un exceso de paternalismo y sobreprotección.
Falta de respeto: las personas tóxicas tienden a interferir de mala manera en la forma de vestir de su pareja, hace lo imposible por restarle importancia a los méritos del otro, cuando se produce una discusión la otra persona debe ceder siempre, siempre está recordando de forma grotesca las fallas que hay en la relación y se las atribuye a su pareja.
No hay confianza: este es uno de los pilares fundamentales en cualquier relación y si ya no existe, la desconfianza llevará a la persona que fue traicionada a tener comportamientos de vigilancia constantes.
No se acepta un NO como respuesta: una persona con comportamiento tóxico con frecuencia no acepta absolutamente nada del entorno del otro, incluso, se lleva a la negación de que la relación debe finalizar.
Hay victimización: para este tipo de personas, los culpables siempre son lo demás y jamás reconocer haber cometido algún error, por lo contrario, siempre está mostrando constantemente los errores del otro y los usa como una herramienta para tener siempre el control de la situación.
Relaciones sexuales tóxicas: existe la comparación con anteriores relaciones que haya tenido o utiliza chantajes emocionales para obtener relaciones sexuales. Nunca se preocupa por el placer de su pareja, sino por satisfacer el propio.
¿Cómo salir de una relación tóxica?
De acuerdo con la revista Elle, es importante reconocer en primer lugar que está en una relación tóxica y finalizarla de la mejor manera posible. Luego, debe iniciar un proceso en el que alimente la autoestima con buenos hábitos. Por ejemplo, practicar un nuevo deporte, meditar, leer el libro que jamás ha podido disfrutar y darse uno que otro capricho.
Ahora bien, cuando los pensamientos tiendan a ir a cada actitud que lo hizo sentir menospreciado en la relación, intente ocupar la mente en otras actividades, pero si no lo logra y el proceso se le hace difícil de llevar, pida ayuda profesional para que a futuro no genere una relación tóxica.