Las costumbres o hábitos que cada persona tenga impactan de diferentes maneras a los distintos órganos del cuerpo humano. Si los hábitos son saludables, lo más probable es que se goce de óptimas condiciones. Pero si las costumbres son insanas, lo más seguro es que se presenten algunos problemas de salud.
Por ejemplo, uno de los órganos que más se ve afectado por los malos hábitos son los riñones. Los riñones son dos órganos que tienen forma de semilla de habichuela y el tamaño de un puño. Son los encargados de filtrar los desechos y el exceso de agua de la sangre, lo que se vuelve orina, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados.
Cuando los riñones pierden de un momento a otro la capacidad de filtrar los desechos de la sangre, se produce la insuficiencia renal y sus causas varían desde problemas genéticos, lesiones o la ingesta de algunos medicamentos.
Proteger la salud de estos órganos es de vital importancia, por eso, las personas buscan diversas alternativas para hacerlo. Sin embargo, para cuidar los riñones solo basta con adoptar buenos hábitos y eliminado malas costumbres. Estos son los consejos que brinda el portal Fundación Corachan para sanar los riñones dañados:
1. No fumar. “Fumar reduce el flujo sanguíneo y puede evitar que llegue suficiente sangre a los riñones. Si estos órganos no reciben suficiente sangre, no pueden funcionar correctamente. Fumar también aumenta las posibilidades de desarrollar cáncer de riñón”, explica la plataforma.
2. Realizar ejercicio. Mantenerse activo y en forma es relevante para la salud en general. La actividad física puede ayudar a reducir la presión arterial, un factor de riesgo importante en los problemas renales.
3. Mantener un peso saludable. “Los riñones tienen que trabajar más en los cuerpos de las personas con sobrepeso para compensar la masa corporal adicional. Se necesita más esfuerzo para filtrar los desechos y administrar las otras funciones del cuerpo cuando hay más masa corporal para regular”.
4. Evitar el consumo de sal. Disminuir la ingesta de sal puede disminuir significativamente muchos de los factores de riesgo de los problemas renales. Se deben evitar los alimentos procesados y preparados siempre que sea posible, ya que, presentan altas cantidades de sal y sodio.
5. Controlar los niveles de glucosa en la sangre. “El nivel alto de azúcar en la sangre puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones, provocando que no funcionen bien. Para proteger estos órganos, es importante mantener el azúcar en sangre en un rango saludable”.
6. Conocer los antecedentes familiares. Varias enfermedades renales se heredan. La diabetes y la presión arterial alta también tienden a tener un componente genético. Por eso, es importante hablar con los miembros de la familia sobre todas estas afecciones para determinar si se tiene un alto riesgo de problemas renales como infecciones renales y enfermedad renal.
7. Revisar los riñones. “Existen dos tipos de pruebas que te permiten saber si tus riñones están saludables. Un análisis de orina determinará qué tipos de proteínas y albúmina hay en tu orina. Diferentes tipos pueden indicar enfermedad renal. Un análisis de sangre descubrirá la cantidad de desechos que hay en tu sangre y también determinará si tus riñones están haciendo su trabajo correctamente”.
9. Cuidar los medicamentos. Los riñones son los encargados de eliminar las drogas del organismo. Tomar muchos analgésicos durante largos períodos de tiempo puede causar daño en estos órganos. Los tipos de medicamentos más perjudiciales son los anti-inflamatorios no esteroideos. Las personas que toman estos medicamentos para controlar el dolor crónico, deben consultar con su médico acerca de un método para aliviar el dolor que no dañe sus riñones.