Para hablar de la relación que tiene la vitamina D con la piel y saber cómo se puede activar esta sustancia en el órgano más grande del cuerpo, es importante comprender algunas de las características de esta para entender su cuidado.
Ahora bien, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, “la piel, como cualquier otro órgano, sufre un deterioro progresivo de sus características fisiológicas, morfológicas y funcionales durante el envejecimiento. El fenómeno del envejecimiento es natural y está genéticamente predispuesto”.
Asimismo el portal destaca que con este paso del tiempo algunas de las funciones y características físicas y propiedades de la piel se van perdiendo. Es por ello que la vitamina D cumple con el cuidado y la preservación de este gran órgano.
“Las funciones de la piel son cruciales para la homeostasis y la supervivencia. Al ser el órgano más grande del cuerpo humano, la piel, junto con la hipodermis (grasa subcutánea), es a la vez fuente y diana de varias hormonas lo que la convierte en un órgano endocrino periférico independiente (...) La vitamina D desempeña un papel fundamental en la homeostasis de la piel. Además, como parte esencial del funcionamiento del sistema inmunitario, las formas activas de vitamina D modulan la inmunidad cutánea”, destaca el portal citado.
Vale la pena destacar que la vitamina D es primordial para mantener una piel sana. Por su parte, la falta de esta sustancia puede provocar sequedad cutánea, así como aumentar el riesgo de dermatitis y psoriasis.
Existen varios factores aunque, la exposición sana al sol, por ejemplo, es una de las mayores de maneras de activar y obtener vitamina D, puesto que ésta se produce de forma natural en el organismo cuando las personas se exponen a los rayos ultravioleta del sol.
Además, con el hecho de generar y activar la vitamina D en el organismo, la exposición al sol puede proteger la piel contra el envejecimiento prematuro, mejora el tono y elasticidad de este órgano.
Otras propiedades de la vitamina D
Por su propia parte, la vitamina D es muy beneficiosa para el cabello y puede ayudar a mejorar el aspecto del pelo. Vale la pena destacar que el pelo contiene queratina, proteína que se forma con la ayuda de nutrientes como la vitamina D.
Esta vitamina también ayuda a combatir la resequedad del cuero cabelludo y previene la caspa.