La piel es el órgano más grande del cuerpo y cuidar de este es de vital importancia para prevenir un envejecimiento prematuro.

Sin embargo, para dar el cuidado indicado es importante conocer que tipo de piel se tiene y por ello, el portal Saber Vivir reveló algunas características de los diferentes tipos de piel:

  • Pieles sensibles: Son aquellas que ante un cambio de temperatura se tornan rojas o el uso de productos erróneos generan sensibilidad.
  • Pieles secas: Son aquellas que se ve y se siente áspera, escamosa y con picazón.
  • Pieles mixtas: Son aquellas que en la zona T (frente, nariz y barbilla) presenta más grasa que en las otras zonas del rostro.
  • Pieles grasas: Son aquellas que fabrican sebo en exceso y se tornan brillantes la mayor parte del tiempo.

Dicho lo anterior, es importante que se de el cuidado indicado a cada tipo de piel y en especial en época de invierno, pues con el frío “los capilares de la piel se contraen provocando una menor irrigación de la misma, por lo que la piel recibe menos oxígeno y nutrientes. Además de lo anterior existe una menor humedad ambiental”, según el área de salud del Gobierno de México.

Por ello, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, enumeró algunas recomendaciones generales para el cuidado de la piel:

1. Proteger la piel del sol: Se debe elegir un producto para el cuidado de la piel con un factor de protección solar (SPF), pues la American Academy of Dermatology (Academia Estadounidense de Dermatología) recomienda usar un protector solar de amplio espectro con SPF de 30 o más.

2. Seguir el orden adecuado de los productos: En general, los productos más ligeros van primero. Por ejemplo, se inicia con la limpieza, después va el tónico, el contorno de ojos, el sérum, la crema hidratante, la protección solar y, por último, el maquillaje.

3. Tratar la piel con suavidad y para hacerlo es importante:

  • Limitar la duración del baño. El agua caliente y las duchas o baños prolongados eliminan los aceites naturales de la piel y lo mejor es usar agua tibia en lugar de agua caliente.
  • Evitar los jabones fuertes. Los jabones y detergentes fuertes pueden eliminar los aceites naturales de la piel.
  • Secarse con golpecitos. Después del baño lo idea es secarse la piel suavemente con una toalla dando pequeños toques para que quede algo de humedad en la piel.

4. Tener una alimentación saludable: esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.

Adicional, es importante agregar alimentos que ayuden a aumentar la producción de colágeno, pues esta es una de las sustancias más importantes para el cuerpo, ya que se trata de una proteína estructural que permanece en el cuerpo humano en grandes cantidades debido a que contribuye al buen funcionamiento de huesos, dientes, músculos, piel, articulaciones y algunos tejidos conectivos.

Entre los alimentos que más se recomiendan para mejorar la producción del colágeno son: el pescado, los huevos, las verduras, las carnes rojas y los frutos secos, al igual que otros que contengan omega 3.

Otros alimentos recomendados son pollo, cítricos (pomelos/toronjas), bayas (frambuesas, arándanos y moras), frutas tropicales (mango, kiwi, piña y guayaba), ajo, hojas verdes (espinaca, col rizada, acelgas, brócoli y demás verduras de ensalada) y tomates.

La piel necesita varios cuidados específicos para lucir saludable, como seguir una dieta adecuada. | Foto: Getty images

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.