Si bien la enfermedad más conocida de los huesos es la osteoporosis, una afección que los afecta negativamente porque los debilita e incita a una rápida y fácil fractura, también existe un cáncer que los impacta. De acuerdo con la Clínica Mayo, el cáncer de hueso se origina en cualquier estructura ósea, pero frecuentemente aparece en la pelvis, en las piernas y/o los brazos.
Aunque es un grupo de cáncer poco común porque representa solo un 1 % de casos comparados al resto, ciertamente se debe prestar atención, porque aunque se desconoce la causa exacta de su desarrollo, los factores hereditarios y la posible exposición a radiación suelen influir. De ahí que de esta enfermedad se derivan otras según el origen de la misma, como:
- Condrosarcoma: según el centro médico, es el segundo tipo de cáncer de hueso más común que afecta los cartílagos.
- Osteosarcoma: es el tipo de cáncer más común que impacta generalmente a los niños y los adultos.
- Sarcoma de Ewing: suele aparecer en la pelvis y las piernas de los adultos jóvenes y menores de edad.
¿Cómo se manifiesta el cáncer de huesos?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una causa principal de muerte, siendo el de mama, próstata, pulmón, y colorrectal los más comunes. “En 2020 se atribuyeron a esta enfermedad casi 10 millones de defunciones, es decir, casi una de cada seis de las que se registran”, indica.
No obstante, el cáncer de hueso es una enfermedad que según menciona la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus): “Es raro que un cáncer empiece su desarrollo en el hueso. Es más común que el cáncer se haya diseminado al hueso desde otras partes del cuerpo”.
De ahí que la manera más frecuente de manifestarse es con un dolor intenso seguido de la inflamación en la zona afectada. Además del debilitamiento de los huesos, la pérdida de peso y la fatiga constante. Pero el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) hace una precisión: “El dolor es el síntoma más común de cáncer de hueso, pero no todos los cánceres de hueso causan dolor”.
Asimismo, otra manifestación es la presencia de un bulto que puede sentirse blando o duro, ya sea en las piernas, la pelvis, los brazos o en el pecho. Incluso no se puede descartar una posible fiebre o “un hueso que se rompe sin razón conocida”, precisa el NCI.
Es entonces que los tratamientos van acorde al tipo de cáncer, es decir que, según la edad, y las condiciones físicas y de salud de una persona, asimismo, serán los procedimientos como una posible cirugía, una quimioterapia, una terapia dirigida y/o la criocirugía.
“Las personas que han recibido tratamiento para cáncer de hueso tienen una mayor probabilidad de padecer efectos tardíos del tratamiento conforme envejecen”, indica la entidad en su página web.
Finalmente, el cáncer de hueso a veces hace metástasis en los pulmones. “Las personas que han tenido cáncer de hueso deberán ver a su médico con regularidad y reportar de inmediato cualquier síntoma inusual”, añade. Teniendo en cuenta que, según la American Cancer Society, aún no se conoce la forma de prevenirlo.