La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. Normalmente, el organismo descompone la mayor parte de lo que consume en azúcar (también llamada glucosa) y lo libera en el torrente sanguíneo.
En ese momento entra en acción el páncreas, órgano que produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas la usen como energía.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos indican que cuando una persona tiene diabetes el cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede usarla de manera adecuada para controlar laglucosa en la sangre.
Así las cosas, si no hay suficiente insulina o las células dejan de responder a la misma, es posible que quede demasiado azúcar en el torrente sanguíneo y, con el tiempo, esto puede causar problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones, entre otras afecciones.
Afectación a los nervios
El sistema nervioso se ve seriamente afectado cuando la diabetes se ha desarrollado y se presenta durante un período largo. Las extremidades tanto superiores como inferiores son susceptibles a presentar algunos inconvenientes por esta enfermedad.
El médico internista y endocrinologo de la Fundación Cardioinfantil y Compensar, Miguel Omeara, le explica a SEMANA que la diabetes puede manifestarse con varias señales en las manos y en las extremidades inferiores cuando tiene mucho tiempo de duración.
“En las manos y los pies pueden presentarse lo que los médicos llamamos disestesias que suele ser dolor tipo hormigueo o alteración de la sensibilidad. También es posible que los pacientes experimenten dolores como corrientazos”, precisa el especialista.
Asegura que estos síntomas denotan daños de los nervios de la sensibilidad debido a que los pacientes tienen el azúcar muy alto o han tenido por mucho tiempo este padecimiento.
Esto, según precisa el especialista, evidencia que no se ha tenido un manejo o control adecuado de la enfermedad, lo que se conoce como polineuropatía simétrica discal, que está relacionada con el daño de los nervios que puede afectar no solo los de los pies y las manos, sino también otros nervios del cuerpo.
Omeara explica que por niveles altos de la glucosa se puede producir inflamación y daño de la envoltura de los nervios, evidenciando un mal control crónico de la diabetes.
Al respecto, la especialista en cirugía general y líder del primer Programa integral de Pie diabético del Hospital Universitario de la Samaritana, Luisa Mosquera, asegura en SEMANA que adicional al hormigueo, adormecimiento y dolor, también es posible que se presente cambio de coloración en las manos y problemas de circulación, debido a que los vasos sanguíneos pequeños también pueden verse afectados.
¿Cómo prevenir esta enfermedad?
Dado que no existe una cura para la diabetes, es importante adoptar medidas que ayuden a prevenir su desarrollo y estas son algunas de ellas, de acuerdo con los especialistas.
- Mantener un peso saludable
- Comer alimentos saludables
- Mantenerse activo físicamente. La actividad física regular es determinante para mantener los niveles de glucosa bajo control.
Si ya se tiene la enfermedad es importante tener en cuenta los siguientes aspectos.
- Tomar el medicamento según lo prescrito.
- Obtener educación y apoyo para el autocontrol de la diabetes
- Asistir de manera regular a las citas de atención médica.