La cúrcuma es una planta que crece en Asia y Centroamérica que, además de utilizarse como ingrediente en el curry en polvo y se puede consumir en cápsulas, tés, polvos y extractos, tiene poderosas propiedades biológicas.
Pero además, algunos especialistas consideran que esta raíz se ha utilizado para reducir el dolor e inflamación crónicos, en enfermedades de la piel, heridas, dolencias digestivas y condiciones hepáticas, mientras que se han adelantado estudios como analgésico y agente curativo.
De acuerdo con la Arthritis Foundation, existen varios estudios que han permitido determinar que con la capacidad antiinflamatoria, se logra reducir el agravamiento que sienten las personas con artritis en sus articulaciones.
Debido a que la cúrcuma es un analgésico, ayuda a aliviar el dolor de la artritis. Incluso se considera que funciona tan bien como el ibuprofeno en personas con artritis en las rodillas.
Adicionalmente, se considera que la cúrcuma reduce el riesgo de padecer diabetes, disminuye en un 58 % el dolor por osteoartritis de rodilla, tiene propiedades antioxidantes, antivirales, antifúngicas y antibacterianas, alivia los síntomas de la artritis y previene el alzhéimer.
Por sus capacidades antioxidantes, evitan que las toxinas dañen el hígado, una noticia favorable para quienes utilizan medicamentos potentes para la diabetes u otras afecciones de salud que podrían dañar su hígado con el uso prolongado.
Algunos estudios han demostrado que la cúrcuma tiene efectos protectores contra el cáncer de páncreas, el cáncer de próstata y el mieloma múltiple.
Bajar de peso
A todas esas propiedades se le suma que la cúrcuma puede ayudar a rebajar de peso, para ello, se han hecho varias recomendaciones para que su consumo sea efectivo en este propósito.
- Añadir en alimentos: Además de aportar al plato un sabor inconfundible, picante, amargo y caliente, su presencia en el plato favorece en la reducción de peso. Se debe esparcir varias cucharadas al gusto en la olla mientras la persona está preparando el guiso.
- Infusión: Se recomienda tomar entre una y dos tazas cada día como máximo. Excederse puede generar problemas a la salud. Este té ayuda también a mejorar el metabolismo. Se deben calentar cuatro tazas de agua y añadir una cucharadita de cúrcuma molida.
- Cápsulas: Se debe tomar la dosis recomendada y no en exceso, puesto que puede derivar a problemas como malestar estomacal, entre otros.
Se debe esperar diez minutos a que se enfríe, para después colar la infusión en una taza. Se le puede añadir un poco de miel para endulzar de manera natural. Igualmente, se pueden agregar unas gotas de limón para potenciar su sabor.
Los expertos han considerado que la curcumina, que es el pigmento de color naranja característico de esta planta, al ser consumido, impide la formación del tejido graso bloqueando la grasa.
Por la presencia de los llamados polifenoles contribuyen a descomponer la grasa en el organismo facilitando el mantenimiento de un peso ideal. En este sentido, los estudios los compuestos de la cúrcuma provocan una baja de las grasas en el interior de la corriente sanguínea, evitando la ganancia de peso y aumentando la quema de grasa, también denominada termogénesis.
En todo caso y pese a estos beneficios, es importante consultar con el médico frente al consumo de esta raíz, especialmente en mujeres que están embarazadas o en etapa de lactancia, ya que podría actuar como estimulante uterino.
Igualmente, se debe evitar su uso en pacientes con cálculos u obstrucciones biliares o con insuficiencia cardíaca. Hay que consultar también cuando se están utilizando medicamentos con receta.
Finalmente, uno de los consejos es acompañar el consumo de este producto natural con una dieta saludable y equilibrada y la práctica de ejercicios para lograr el objetivo de reducir de peso.