El 20 de marzo fue escogido por Naciones Unidas como el día internacional de la felicidad. El decreto se dio en el 2012 para que los gobiernos reflexionen sobre este tema con miras a integrar este aspecto dentro de la economía de los países para lograr un desarrollo sostenible. La felicidad ha sido un tema muy investigado recientemente a la luz de la ciencia. Desde 1970, por ejemplo, Bután reemplazó el Producto Interno Bruto por el Índice de Felicidad Bruta y así reconoció la importancia que este aspecto tiene en el desarrollo del país. Desde entonces el tema se estudia científicamente. Martin Zeligman, padre de la psicología positiva, conocida también como ciencia de la felicidad, estuvo recientemente en Cartagena donde habló con Andrés Aljure, consultor y coach en este tema. Para Zeligman, la psicología positiva aplicada consiste en tener la posibilidad de aplicar los hallazgos que esta ciencia ha arrojado sobre el tema. Por eso, Semana.com  le preguntó a Aljure por cinco acciones que un individuo puede hacer para sentirse bien que hayan sido corroboradas por la ciencia. Estas son: 1. Escribir una carta de 300 palabras dirigida a una persona con la que se esté muy agradecido. Luego buscar a esta persona y pedirle un espacio presencial para leérsela. 2. Escribir semanalmente las cosas vividas u obtenidas por las que se está agradecido. 3. Hablar y compartir con personas de confianza sobre las emociones negativas. Esto tiene un efecto curativo y preventivo frente a las enfermedades. Al hacerlo se reduce la intensidad de la emoción y se estructuran las ideas para así poder enfrentar mejor las situaciones. 4. Los individuos son como una pila de celular, que se recarga y se descarga. Así como durante el día tenemos actividades que nos desgastan, es importante dedicar tiempo para realizar actividades que nos llenan de energía. Dependiendo del tiempo disponible se puede realizar ejercicio, leer algo que nos apasione, conversar con alguien con nos agrade, disfrutar de una rica comida o de un simple antojo o practicar algún hobbie. 5. Ajustar nuestro estilo explicativo. Conversamos cerca de 14 horas al día con nosotros mismos. Si la forma como nos explicamos las cosas o nos respondemos a nuestros interrogantes es negativa, así mismo será nuestro sentir. Ante situaciones desagradables o no deseadas en el intercambio con personas, en lugar de preguntarnos qué pude haber hecho yo. es mejor cuestionarnos por lo que le pudo haber sucedido a la otra persona. Es importante contemplar que no toda práctica se acomoda a toda persona. Cada quien, según sus características y circunstancias, puede identificar y practicar los comportamientos que mejor se le acomoden.