El potasio es un mineral fundamental para el normal funcionamiento del cuerpo. Es un tipo de electrolito que ayuda a la función de los nervios, la contracción de los músculos y a que el ritmo cardiaco se mantenga constante, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Otras de sus funciones es que permite que los nutrientes fluyan a las células y ayuda a expulsar los desechos de éstas. Una dieta rica en potasio contribuye a contrarrestar algunos de los efectos nocivos del sodio sobre la presión arterial.

Normalmente no se requiere de suplementos, sino que las personas obtienen el potasio que su organismo necesita de lo que comen y beben. Para mantener los niveles adecuados en el cuerpo es necesario incluir en la dieta diaria los siguientes alimentos:

- Verduras de hoja verde como espinacas y col rizada

- Frutos de las vides como las uvas y las moras

- Vegetales de raíz o tubérculos como las zanahorias y las papas

- Frutas, como albaricoques secos, ciruelas pasas, pasas, jugo de naranja y bananos. Esta última fruta es uno de los alimentos que más contiene potasio, ya que tiene 358 miligramos del mineral por cada 100 gramos.

- Lentejas, fríjoles rojos, soya y nueces

- Leche y yogur

- Carnes vacunas, aves y pescado

La mencionada fuente indica que los riñones ayudan a mantener la cantidad adecuada de potasio en el cuerpo, por ello cuando alguien tiene una enfermedad renal crónica, estos órganos no pueden eliminar el exceso de este mineral de la sangre y por ello es posible que requiera de una dieta especial para reducir la cantidad que consume.

¿Qué pasa si el potasio está bajo?

Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, obtener muy poco potasio puede aumentar la presión arterial, reducir el calcio en los huesos y aumentar el riesgo de que la persona desarrolle cálculos renales.

Este mineral puede reducirse en el cuerpo debido a afecciones como la diarrea o los vómitos prolongados, el abuso de laxantes, el uso de diuréticos, la sudoración excesiva, la diálisis o el uso de ciertos medicamentos. Cuando hay deficiencia de potasio se le conoce como hipocalemia y los síntomas incluyen estreñimiento, cansancio, debilidad muscular e indisposición.

Cuando este padecimiento es más grave puede causar aumento de la micción, disminución de la función cerebral, altas concentraciones de azúcar en la sangre, parálisis muscular, dificultad para respirar e irregularidad del ritmo cardíaco. La hipocalemia grave puede ser potencialmente mortal, asegura la citada fuente.

Las personas con bajo consumo de potasio corren un mayor riesgo de presentar presión arterial alta, especialmente si tienen una dieta rica en sal (sodio). Por ello, los expertos recomiendan aumentar la ingesta del mismo y disminuir la de sodio con el fin de minimizar la posibilidad de accidente cerebrovascular, pues se sabe que la hipertensión está muy relacionada con este tipo de padecimientos.

De igual forma, la deficiencia de potasio puede reducir el calcio de los huesos y aumentar la cantidad de esta sustancia en la orina. Este calcio ayuda a formar piedras en los riñones. Por esta razón, aumentar el consumo de potasio a través de los alimentos es una buena estrategia para reducir el riesgo de desarrollar cálculos renales.

Por otro lado, las personas que consumen muchas frutas y verduras que contienen este mineral parecen tener huesos más fuertes. “Consumir más de estos alimentos podría mejorar la salud de los huesos al aumentar la densidad mineral ósea”, precisan los Institutos Nacionales de Salud.

Por último, una ingesta baja de potasio podría aumentar las concentraciones de azúcar en la sangre. Con el tiempo, esto lleva a que incremente el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina y causar diabetes tipo 2.

Si bien tener niveles bajos de potasio puede ser muy perjudicial para la salud, cuando se elevan también traen consecuencias y por ello lo ideal es conservarlos en el punto adecuado, el cual se debe consultar con el especialista, pues la cantidad ideal depende de factores como la edad y el sexo.