El cáncer de pulmón es una enfermedad que se forma en los tejidos de los pulmones y habitualmente en las células que cubren los conductos de aire de estos órganos. Puede expandirse a los ganglios linfáticos y afectar otros órganos del cuerpo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología.
En Colombia, esta enfermedad representa una alta prioridad para la salud pública, siendo uno de los tipos de cáncer que más afecta a los colombianos. En el 2022, el cáncer de pulmón ocupó el cuarto lugar en incidencia y mortalidad, según el Ministerio de Salud.
Las cifras de cáncer de pulmón a nivel global también son preocupantes, puesto que ocupa el primer lugar en nuevos casos diagnosticados en hombres, el tercero en mujeres y el primero en cantidad de fallecimientos tanto en hombres como mujeres.
Existen dos tipos de cáncer de pulmón, de acuerdo con Medline Plus. El primer tipo es el de células pequeñas, el cual tiene un crecimiento celular más rápido y acelerado, lo cual contribuye a una propagación más veloz. El segundo tipo es denominado de células no pequeñas y dispara de manera más lenta las células cancerígenas en el cuerpo, registra la Sociedad Americana de Cáncer.
El cáncer de pulmón puede presentarse en cualquier persona y pueden influir varios factores externos, como contaminantes del aire, humo secundario del cigarrillo, asbesto encontrado en la materia prima para construcción y arsénico, conforme informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los síntomas de un cáncer de pulmón son varios y uno de ellos es la tos que empeora y no desaparece. Y, cuando una persona tiene esta enfermedad, según el portal Business Insider, esta tos puede ser seca o productiva, tiende por ser ruidosa y conlleva a la expulsión de secreción mucosa o mucosidad infectada.
Otros síntomas del cáncer de pulmón son:
- Disnea: se caracteriza por la sensación de falta de aire o la dificultad para respirar. Este síntoma suele aparecer tras realizar un esfuerzo importante o con pequeñas actividades físicas.
- Disfonía: se produce de forma continuada o intermitente, debido a una alteración en la movilidad de las cuerdas vocales o a una parálisis, y afecta al nervio recurrente responsable de su movimiento.
- Disfagia (dificultad para tragar): puede darse tanto con alimentos sólidos como líquidos. Esta dificultad se debe a una compresión del esófago por la existencia de ganglios o por el propio tumor.
- Dolor constante en el pecho: puede incrementarse con la respiración profunda o la tos.
- Síndrome de vena cava: se produce cuando la principal vena del cuerpo se obstruye o se comprime parcialmente.
- Infecciones respiratorias repetidas con el paso del tiempo.
Esta enfermedad, según Cinfasalud, también puede reflejar otros síntomas llamados paraneoplásicos, que son manifestaciones que no son producidas directamente ni por el tumor ni por la metástasis, sino que están vinculadas con la liberación de alguna sustancia o a la activación del sistema inmune. Aquí los más comunes son: cansancio, pérdida de peso, náuseas, vómitos, estreñimiento y deshidratación.
Cuando hay metástasis se produce un dolor continuo en caso de afección ósea, especialmente en la columna vertebral, y también molestia en las piernas y brazos, lo que puede significar que hay una afectación de algún nervio que tenga su origen en la médula espinal.
¿Cuáles son las causas?
“La primera causa del cáncer de pulmón es el consumo de tabaco, que está presente en el 80 % de los casos de esta enfermedad en hombres y en el 50 % en mujeres. De hecho, en las personas fumadoras, el riesgo de contraer esta enfermedad es 22 veces mayor que en los no fumadores, una cifra que va en aumento según el número de cigarrillos consumidos o el tiempo de exposición”, argumenta Cinfasalud.
Sin embargo, cada vez se diagnostican más casos en las personas que no fuman, pero que están expuestas al humo de los fumadores. Esta exposición indirecta al tabaco incrementa el riesgo del cáncer de pulmón en aproximadamente un 25 %.
Un segundo grupo de elementos que puede causar la generación de un tumor en estos órganos tiene que ver con sustancias carcinógenas ambientales como el asbesto, el arsénico y níquel.