La vida cuenta con un sinfín de experiencias que a lo largo de los años pueden afectar la salud mental y emocional de las personas. Acontecimientos traumáticos como la muerte de un ser querido, una fuerte ruptura amorosa, un cambio de residencia, el fallecimiento de una mascota, un accidente aéreo, marítimo o vehicular; incluso, eventos como la actual pandemia del coronavirus o la guerra entre Ucrania y Rusia pueden lograr afectar directamente al estado de ánimo de cualquier persona e incluso causar ciertas alteraciones en el organismo y afectar el funcionamiento de la mente.

“Todos los seres humanos experimentamos eventos que estremecen y alteran nuestra cotidianidad. Sin embargo, dependerá de ‘su naturaleza’ para que se conviertan en traumas emocionales, y también de la situación y el momento en que sucedan. Es ahí cuando hay que pedir ayuda”, explica el doctor Norbert A. Wetzel, director de Princeton Family Institute.

Todos los seres humanos experimentan eventos que estremecen y alteran la cotidianidad. Foto: Ingimages

Por su parte, la Dra. Isabel Gómez-Bassols, psicóloga, escritora y anfitriona del programa radial Dra. Isabel, el Ángel de la Radio, transmitido por la Red Hispana, especifica los síntomas ante los cuales es recomendable buscar ayuda:

  • Temor incluso ante situaciones normales
  • Sensación de culpa
  • Vergüenza
  • Dificultad para establecer relaciones
  • Desórdenes alimentarios (sobrepeso o anorexia)
  • Dificultad para concentrarse
  • Alteraciones en el ritmo cotidiano
  • Irritabilidad
  • Ansiedad y nerviosismo
  • Estados de alerta y tensión
  • Respuestas exageradas ante cualquier estímulo

¿Cómo superar un trauma emocional?

Por fortuna, es posible salir de este tipo de traumas. La clave está en afrontarlos y tratarlos adecuadamente. Aquí algunas recomendaciones de los especialistas:

Aceptarlo

  • “Hay personas que no saben cuál es la causa del trauma, a veces porque pasó hace tiempo y nunca le dieron la atención adecuada, o porque no saben cómo manejarlo”, dice la Dra. Isabel. “Lo más importante es poner tu sanación en primer lugar y aceptar que tuviste una experiencia traumática para resolverla”, recomienda la Dra. Isabel.

Buscar ayuda

  • “Nadie más que un terapeuta te escucha más allá de las palabras y te pregunta con verdadero interés sobre lo que viviste”, asegura el Dr. Norbert A. Wetzel, director de Princeton Family Institute. “Puede determinar el origen del problema, conoce los efectos que se produjeron en tu cerebro, te ayuda a recuperar el equilibrio emocional y físico y te facilita el proceso de sanación”, añade el especialista.

Incluir a los familiares y amigos en el proceso de sanación

Vivir en comunidad

  • La Dra. Isabel aconseja “formar familia”; esto quiere decir que se debe contar con un grupo de amigos para hacer deporte, participar en el coro de la iglesia o asistir a eventos y ferias. Hay que buscar actividades que permitan establecer vínculos con otras personas. “Esto permite que la sanación ocurra más rápido, pues se habla sobre lo ocurrido, se escuchan las experiencias de los otros, se comprende que todas las situaciones son humanas y se van aceptando”, sugiere la experta.

Hacer rituales propios

  • Con una dosis de voluntad y conciencia, los rituales pueden brindar seguridad y claridad mental, además de ayudar a las personas a perdonar. “Para despedirte de un ser querido, por ejemplo, recoge algunas de sus fotos, prende una vela, reflexiona sobre sus buenos momentos y dale permiso de irse. O en el caso de un divorcio, vende la cama, cambia la distribución de tu cuarto, quita los recuerdos de tu pareja y pon lavanda en los rincones”, aconseja la Dra. Isabel.

Desarrollar la resiliencia

Según la Dra. Isabel, los seres humanos tienen muchas capacidades, entre ellas la resiliencia: superan pruebas, usan la creatividad para resolver problemas y se proponen nuevas metas para mantenerse vivos. Por eso, sugiere desarrollar acciones como:

  • Meditar para disminuir el estrés, la depresión y la ansiedad.
  • Practicar yoga para relajarse y aumentar la concentración.
  • Busca tareas creativas, como pintar, cantar o tejer.
  • Proponerse pequeñas metas a corto plazo para motivarse.
  • Rodearse de personas positivas.
  • Emplear el humor para quitarles peso a las situaciones difíciles.