“Cada año mueren más personas por enfermedades cardiovasculares (ECV) que por cualquier otra causa”, advierte la Organización Panamericana de la Salud (OPS). De hecho, indica que más de tres cuartas partes de las muertes que se relacionan con cardiopatías y accidentes cerebrovasculares suelen ocurrir en países de ingresos medianos y bajos.

Asimismo, la autoridad sanitaria anota que las personas que no realizan actividad física suficiente tienen entre un 20 % y un 30 % más de probabilidades “de morir prematuramente que aquellas que hacen actividad física suficiente”. Razón por la cual explica que la inactividad física es un factor de riesgo crucial para el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes. La OPS estima que no solo el consumo, sino también la exposición a los productos derivados del tabaco “es responsable del 10 % de todas las muertes ocasionadas por ECV”.

Sumado a los factores en mención, la Organización anota que la alimentación poco saludable, caracterizada por un bajo consumo de frutas y verduras y un consumo elevado de sal, azúcares y grasas, aumenta el riesgo de padecer una ECV. Además, este tipo de alimentación “contribuye a la obesidad y el sobrepeso, los cuales, a su vez, son factores de riesgo para las ECV”, anota la OPS.

Atendiendo a lo anterior, los expertos en la materia recomiendan a las personas llevar una vida saludable, la cual incluye ejercicio físico –mínimo 150 minutos a la semana–, alejarse del consumo del tabaco y un cambio en los hábitos alimenticios, integrado por comidas saludables que le aporten los nutrientes necesarios al organismo.

En esa línea, la Fundación Española del Corazón (FEC) “reconoce que la ingesta diaria de aceite de oliva nos ayuda a proteger la salud cardiovascular”. Explica que esto se debe a su composición en ácidos grasos y sus componentes antioxidantes, los cuales ayudan a proteger al organismo de la arterioesclerosis y reducen los niveles de colesterol LDL (malo) en el torrente sanguíneo.

Las bondades de esta variedad de aceite vegetal han sido ampliamente divulgadas, pues además de contribuir a la salud del corazón en los dos aspectos en mención, también tiene la capacidad de disminuir la presión arterial. El doctor Leandro Plaza, presidente de la FEC, indica que este “zumo de aceituna natural, considerado el oro líquido de nuestra dieta, nos aporta un alto valor nutritivo necesario para seguir una alimentación equilibrada y saludable, esencial para el correcto funcionamiento del motor principal del organismo, nuestro corazón”.

La Fundación reseña que el aceite de oliva virgen es un alimento con alto contenido en sustancias antioxidantes y vitaminas, y rico en carotenos y polifenoles, dos compuestos antioxidantes que ayudan a prevenir la aparición de enfermedades crónicas como es el caso de la enfermedad cardiovascular.

“Los polifenoles son sustancias conocidas por su poder antiinfamatorio y antitrombótico que ejercen un efecto cardioprotector ante la arterioesclerosis, un proceso de estrechamiento y endurecimiento de las arterias debido a la perdida natural de elasticidad asociada al transcurso de la edad”, dice la FEC.

Advierte que la arterioesclerosis cobra relevancia debido a que es responsable de varias enfermedades cardiovasculares, como la angina de pecho, infarto de miocardio, hipertensión arterial y enfermedad vascular periférica: “Así, se ha demostrado que los polifenoles ejercen la función de conservar la función endotelial, aportando mayores concentraciones de óxido nítrico, que disminuyen el estrés oxidativo y el riesgo isquémico”, indica.

Esta variedad de aceite también es rica en ácido oleico, un tipo de grasa monoinsaturada que ejerce una acción beneficiosa en los vasos sanguíneos, pues reduce los niveles de colesterol LDL y a la vez aumenta el colesterol HDL (bueno).

“La sustitución de grasas saturadas por grasas insaturadas en la dieta, contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. Tanto el ácido oleico como el ácido omega3 son grasas insaturadas. (...) para disminuir el riesgo cardiovascular y en general mejorar la salud, es recomendable volver a las viejas costumbres de la dieta mediterránea y utilizar el aceite de oliva como principal grasa de nuestra dieta”, concluye el presidente de la Fundación Española del Corazón.