La presión arterial corresponde a la medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias al tiempo que el corazón bombea la sangre a todo el cuerpo. Según explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la investigación y la educación, la lectura de la presión arterial depende de dos valores: valor superior (presión sistólica), en la que se mide la presión en las arterias cuando el corazón late, y valor inferior (presión diastólica).
En algunas personas, ambos factores pueden registrar cifras altas. Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, explica los rangos de la presión arterial:
- Una presión arterial normal es cuando es menor a 120/80 mm Hg, la mayoría de las veces.
- Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando uno o ambos números de la presión arterial son mayores de 130/80 mm Hg, la mayoría de las veces.
- Si el valor del número superior de su presión arterial es entre 120 y 130 mm Hg y el valor del número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.
Existen dos tipos de presión arterial alta. En la hipertensión primaria, no hay una causa clara sobre por qué se desarrolla. La hipertensión secundaria se debe a la presión arterial alta causada por otra enfermedad.
De acuerdo con Mayo Clinic, existen algunos medicamentos que pueden provocarla, como las píldoras anticonceptivas, los antigripales, los descongestionantes, los analgésicos de venta libre y algunos medicamentos con receta médica.
Para el tratamiento de la presión arterial, el médico puede recomendar una dieta balanceada para la salud cardíaca y realizar actividad física. Igualmente, en algunos casos es necesario la toma de medicamentos para regular la presión arterial.
Avena para la tensión alta
La avena es un alimento que le ofrece muchos beneficios al organismo, pues al contener fibra soluble hace que se disuelva el colesterol malo que hay en el cuerpo. El consumo de avena puede ayudar a controlar los niveles de la presión sanguínea gracias a la fibra especial que tiene, conocida como beta-glucano, que reduce los niveles del colesterol malo.
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, este cereal puede estabilizar la presión sanguínea, según varias investigaciones de la Universidad de Harvard. Entre más porciones de cereal integral se ingiera a la semana, mayores beneficios para el organismo.
En el libro Cómo cura la avena, el doctor Miquel Pros relata que “las fitoesterinas, los betaglucanos (principales responsables de la fibra soluble) y el ácido linoleico” son las que actúan para que la avena active todos esos beneficios para la salud del organismo; por ello, se recomienda su consumo dentro de una dieta saludable.
Para consumir la avena, los expertos recomiendan consumirla en agua de avena, pues de esta forma se guardan mejor las propiedades del cereal y no se añaden azúcares.
Cómo preparar el agua de avena
De acuerdo con el portal especializado Mejor con Salud, para limpiar las arterias y reducir el colesterol y triglicéridos del cuerpo se debe consumir en ayunas y sin añadidos de azúcares o grasas.
Para prepararla se requiere de una taza de avena (150 gramos), dos litros de agua y un poco de canela. Se licúan los tres ingredientes y cuando estén perfectamente mezclados se vierte la preparación en una jarra y se deja enfriar por media hora. La recomendación es consumir esta bebida a lo largo del día durante una semana, de acuerdo con información del portal Salud 180.