Bajar de peso es y seguirá siendo la meta de muchas personas, pero para obtener resultados, según expertos, hay que realizar cambios en la alimentación, pero esto no quiere decir que hay que pasar hambre, ni dejar de comer.
De hecho, la clave está en comer menos calorías para obtener resultados y otra sugerencia es consumir infusiones que ayuden a acelerar el metabolismo y tengan efectos diuréticos, como, por ejemplo, el té de limón.
Adicional, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló que “el limón ayuda a adelgazar, aporta pocas calorías, fibras y ayuda a desintoxicar el organismo. Además de esto, se piensa que la vitamina C podrían acelerar el proceso de oxidación de las grasas, lo que favorecería el proceso de pérdida de peso”.
Asimismo, agregó que “beber agua sin azúcar o endulzante ayuda a limpiar las papilas gustativas, disminuyendo las ganas de consumir alimentos dulces y posee efecto diurético, el cual ayuda a eliminar la retención de líquido presente en el organismo a través de la orina”.
Así las cosas, el diario Información de España señaló que para obtener los beneficios hay que tomar dos tés de limón al día: uno en ayunas y otro antes de ir a la cama.
No obstante, es importante señalar que el té no hace milagros y, como ya se dijo, hay que consumir menos calorías, y unas recomendaciones de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, son:
- Diariamente comer al menos cuatro porciones de vegetales y tres porciones de frutas.
- Elegir cereales integrales y en vez de granos refinados.
- Comer cantidades moderadas de grasas saludables, como el aceite de oliva, aceites vegetales, aguacates, nueces, mantequillas de nueces y aceites de frutos secos.
- Agregar una cucharada de semillas (linaza, chía y ajonjolí) en jugos naturales, ensaladas, cereales del desayuno y yogures.
- Comer un puñado de frutos secos en una de las meriendas, como cacahuates, almendras, nueces, pistachos o avellanas.
- Reducir el consumo de azúcar tanto como sea posible, excepto el azúcar natural de la fruta. Para obtener beneficios de salud adicionales, lo ideal sería un consumo inferior al 5 % de la ingesta calórica total.
- Elegir productos lácteos bajos en grasa, carne magra y carne de ave de corral magra en cantidades limitadas.
- Evitar las frituras o alimentos ricos en grasas saturadas o trans, como salsa tipo ketchup, mayonesa, margarina, manteca, nuggets, pizzas congeladas y helados, así como la comida rápida.
- Tomar agua y, aunque el consumo diario de este líquido es distinto para los hombres y para las mujeres, por lo general los hombres deberían consumir 3,7 litros de agua al día y las mujeres deberían beber 2,7 litros.
Entretanto, la buena alimentación debe estar acompañada de ejercicio y los ejercicios de cardio, también conocidos como ejercicios aeróbicos, son los más implementados cuando se busca quemar calorías y reducir el peso corporal.
No obstante, las personas se preguntan cuál es la mejor hora para hacer ejercicio y, por tal razón, los expertos aseguran que es una cuestión de preferencia, gusto y horarios. Lo importante es cumplir con los objetivos diarios y las recomendaciones la Organización Mundial de la Salud (OMS) que aconseja por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que se debe hacer es consultar a un experto de la salud, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.