El té negro es un producto que sale de la planta Camellia Sinensis, cuyas hojas y tallos envejecidos son usados con fines medicinales. El té verde, que se hace con hojas frescas de la misma planta, guarda propiedades diferentes a las del té negro.

Entre algunas de las más grandes diferencias entre estos se resalta que el té negro se usa para mejorar el estado de alerta mental, así como para mejorar el aprendizaje y la memoria.

De acuerdo con Medline Plus, sitio de divulgación de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el té negro también es usado para tratar condiciones cefaleas, presión arterial alta y baja, prevenir la enfermedad de Parkinson, entre otras.

Así mismo, esta bebida se ha popularizado por ser rica en antioxidantes, vitaminas y minerales que protegen el corazón y los vasos sanguíneos.

Según el medio Voz Populi, en su sección de bienestar, también es posible utilizar el té negro para bajar de peso. “Un estudio realizado en 111 personas reveló que beber tres tazas de té negro por día durante tres meses aumentaba significativamente la pérdida de peso y reducía la circunferencia de la cintura”, indica el medio.

Expertos aseguran que para potenciar los efectos del té se recomienda tomarlo antes de las comidas, ya que se creará una sensación de satisfacción y se comerá menos. Además, se debe tomar sin leche pues esta, según un estudio de Nutrients en 2011, inhibe los efectos beneficiosos del té.

A pesar de lo anterior, es importante acompañar el consumo de la bebida con una alimentación balanceada y actividad física regular.

Otros beneficios del té negro

Según Natural Medicines, estos son algunos de sus beneficios:

  1. Estimulante: el té negro al igual que otras bebidas con cafeína terminan por ser estimulantes, pues previenen la disminución del estado de alerta. Según lo explicado por el portal, el consumo de té negro podría mejorar la atención de las personas.
  1. Previene la osteoporosis: Medline Plus señala que recientes investigaciones han demostrado que el té negro brinda fortaleza a los huesos, pues mujeres adultas que consumen el producto manifestaron tener huesos más duros, por lo que el riesgo de fractura al envejecer disminuye.
  1. Antioxidante: debido a que es rico en polifenoles, componentes naturales que protegen las células de la oxidación, ayuda a reducir los efectos de los radicales libres. Por otro lado, contribuye en los procedimientos desinflamatorios del cuerpo. Otros alimentos que se cree que son buenas fuentes de antioxidantes incluyen: berenjenas, legumbres como frijoles negros o judías, té verde y té negro, uvas rojas, chocolate negro, arándanos, manzanas, brócoli, espinaca y lentejas, según la Fundación Española del Corazón.
  1. Beneficia el microbioma intestinal: el té negro tiene un fuerte impacto en el microbioma intestinal. De acuerdo con expertos del Centro de Nutrición Humana de la UCLA esta infusión resulta ser prebiótica. “Los resultados sugieren que los tés verde y negro son prebióticos, sustancias que inducen el crecimiento de microorganismos que contribuyen al bienestar de una persona”, se destaca en la publicación.

Los expertos señalan la importancia de la ingesta moderada de este té, pues su uso excesivo podría conducir a efectos secundarios. En adultos esto podría significar padecer de nerviosismo, problemas para conciliar el sueño, frecuencia cardíaca irregular, entre otros.

Si se presentan contraindicaciones al momento de tomarlo, se debe visitar al médico correspondiente.