La pata de vaca es una planta originaria de Suramérica a la que se le atribuyen diversas propiedades medicinales. El nombre científico es Bauhinia forficata y sus hojas se utilizan para la preparación de infusiones o tés.

El portal de bienestar Tua Sáude indica que esta planta es rica en flavonoides, esteroides, taninos y alcaloides, con propiedades antioxidantes, diuréticas e hipoglucemiantes, siendo popularmente empleada para el tratamiento de problemas urinarios, diabetes o hipertensión arterial.

En muchas regiones de Sudamérica se usa para tratar los niveles altos de azúcar en la sangre, gracias sus efectos hipoglucemiantes, por lo que se le conoce también con el nombre de insulina natural.

El mencionado sitio web indica que algunos estudios realizados en ratas de laboratorio muestran que la pata de vaca puede ayudar a controlar la glucosa, debido a la presencia de flavonoides en su composición, especialmente la champferitrina, que fue capaz de reducir el azúcar al estimular a las células musculares a usar la glucosa presente en la sangre.

La infusión de pata de vaca es una de las formas más comunes de consumir esta planta para controlar la diabetes. Foto: Gettyimages. | Foto: Gettyimages

Además, las creencias populares indican que esta planta tiene propiedades diuréticas que estimulan la producción de orina y la eliminación del exceso de azúcar en la misma. No obstante, se requiere mayor investigación para probar estos beneficios.

El acompañamiento del médico en cualquier tratamiento que se realice con esta planta es importante porque, por ejemplo, puede disminuir en gran medida los niveles de azúcar en la sangre y causar hipoglucemia que se puede reflejar en síntomas como temblores, debilidad, sudor frío, piel pálida, visión borrosa, palpitaciones, dolor en el pecho, ansiedad, confusión mental, dificultad para hablar y somnolencia.

Otros beneficios de la planta

Otras de las bondades que se le atribuyen están relacionadas con tratamientos urinarios. Se dice que la campferitrina presente en esta planta tiene un efecto diurético, además de que puede ayudar a reparar el daño de las células renales, lo que posibilitaría tratar la infección del tracto urinario, la vejiga o cálculos renales, por ejemplo.

También posee propiedades antioxidantes que ayudan a reducir el colesterol malo, que es el responsable de formar placas de grasa en las arterias. Así, esta planta medicinal puede ayudar a reducir la acumulación de grasas en los vasos sanguíneos y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, el infarto o el ictus.

Algunos estudios de laboratorio con células de cáncer de cuello uterino, mama e hígado muestran que la lectina presente en la pata de vaca puede ayudar a disminuir la proliferación o aumentar la muerte de células de estos tipos de cáncer. Sin embargo, todavía se necesitan estudios en humanos para probar este beneficio.

¿Cómo consumirla?

Una de las formas más prácticas de consumir esta planta es en infusión y para ello se requiere de una hoja grande de pata de vaca y un litro de agua recién hervida. Se lava bien la hoja, se pone en un reciente y se agrega el agua hervida y se tapa. La recomendación es beber una taza tres veces al día, según información publicada en la página web del Ministerio de Salud de Chile.

Según los expertos, los pacientes diabéticos deben tener supervisión médica al tomar pata de vaca, pues pueden requerir ajuste de dosis de sus medicamentos antidiabéticos orales o insulina. Adicionalmente, es importante tener claro que este producto natural puede funcionar como complemento, pero en ningún momento reemplaza el tratamiento médico ordenado para controlar la enfermedad.

Los posibles efectos secundarios de la pata de vaca suelen estar relacionados con el consumo en cantidades superiores a las recomendadas o el uso crónico de esta planta medicinal, lo que puede derivar en diarreas, cambios en la función renal o incluso el desarrollo de hipotiroidismo y bocio endémico.