El dolor en una muela o en un diente suele ser el resultado de caries dentales, de una infección o de la irritación de una de estas piezas bucales. “Las caries dentales a menudo son causadas por una higiene dental deficiente. También pueden ser en parte hereditarias. En algunos casos, el dolor de muelas puede deberse a hacer rechinar los dientes u otro trauma dental”, precisa la biblioteca médica MedlinePlus.

También puede suceder que el dolor se sienta en el diente, pero en realidad se debe a una molestia en otras partes del cuerpo. Esto se denomina dolor referido o irradiado. Por ejemplo, un dolor de oído algunas veces puede causar molestia en una muela, indica este sitio web.

Según el portal Salud Mapfre, esta molestia –que en ocasiones puede tornarse casi insoportable– puede ser el resultado de una fractura o fisura dental, exposición de las raíces dentales, gingivitis, absceso dental, patología mandibular e incluso sinusitis.

Existen diversos factores que pueden agravar el dolor de muelas, como son los alimentos excesivamente fríos o calientes y los dulces.

El dolor de muelas es una de las causas más frecuentes de visitas al odontólogo. | Foto: Izabela Habur/Getty Images

Cuando el dolor de muela es intenso, lo mejor es recurrir al odontólogo para que este examine la pieza dental dolorida y pueda, una vez determinada la causa, realizar un tratamiento adecuado, pues en caso de no tratarlo, se pueden afectar los tejidos circundantes, causando problemas graves a nivel de la boca, la cara o el cuello.

Sin embargo, mientras se tiene la oportunidad de visitar al especialista, un dolor de muela fuerte puede tratarse tendiendo en cuenta algunas recomendaciones.

- Analgésicos: esta molestia se puede enfrentar mediante el uso de analgésicos como el paracetamol o antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno, metamizol o diclofenaco. No obstante, es aconsejable consultar con el médico antes de tomarlos. En caso de sangrado de las encías, conviene evitar la aspirina, dado que esta aumenta el riesgo de sangrado.

- No a los antibióticos: nunca se deben tomar antibióticos sin prescripción del médico, porque es probable que no sean necesarios y tampoco van a ayudar a calmar el dolor.

- No a los alimentos fríos: se debe evitar los alimentos excesivamente fríos, calientes o duros.

- Bajarle al azúcar: los dulces y el azúcar también empeoran el dolor dental, por lo que lo más conveniente es evitarlos.

- Aplicar frío: poner compresas frías en la zona de la mejilla adyacente al diente dolorido ayuda, gracias a su efecto anestésico. Sin embargo, debe evitarse poner hielo en el interior de la boca, pues puede agravar el dolor.

- Evitar la presión: conviene evitar la presión sobre la zona dolorida, no recostando la cabeza sobre el lado afectado.

¿Cómo prevenir el dolor intenso?

Es importante recordar que la prevención siempre es mejor que el tratamiento, por lo que una correcta higiene bucal y una dieta adecuada disminuyen el riesgo de infecciones bucales, caries, gingivitis y dolores de muelas.

Cepillarse los dientes tres veces al día, utilizar la seda dental y evitar los alimentos ricos en azúcares ayudará a prevenir la intensa molestia que supone sufrir un dolor de muelas. Es fundamental acudir al dentista ante el menor indicio de dolor de muelas.

Cuando el dolor es muy intenso se pueden tomar analgésicos mientras el odontólogo valora y realiza un tratamiento. Foto: GettyImages. | Foto: GettyImages

Según el portal Healthline, las irritaciones menores generalmente se pueden aliviar haciendo enjuagues regulares de agua con sal y aplicando compresas frías, pero los dolores de dientes más graves pueden requerir la intervención de un odontólogo.

Hay algunos trucos para aliviar los dolores leves. Por ejemplo, se puede usar clavo de olor, el cual posee un aceite especial que puede anestesiar la zona y reducir el dolor y la inflamación. Se trata de un producto que contiene eugenol, que es un antiséptico natural.

Para utilizar este método, se aplica una pequeña cantidad de aceite de clavo en una bolita de algodón y se pone en el área afectada. Es recomendable diluir el aceite de clavo con unas gotas de un aceite base, como el de oliva o agua.

Otra opción son las hojas de guayaba, a las cuales se les atribuyen propiedades antiinflamatorias que son ideales para curar heridas. Su actividad antimicrobiana también ayuda en el cuidado bucal. Para usarlo, se deben masticar las hojas de guayaba frescas o agregarlas trituradas en agua hirviendo para hacer un enjuague bucal.

Por último, el ajo tiene propiedades que ayudan a eliminar las bacterias dañinas que causan la placa dental, además de generar un efecto analgésico. Para usarlo, se tritura un diente de ajo para crear una pasta y se aplica en el área afectada. Si la persona lo desea, puede añadir un poco de sal.