El dolor que se origina en las articulaciones procede con frecuencia de estructuras externas como los músculos, los tendones o los ligamentos.
El dolor articular, conocido también como artralgia, es una molestia bastante frecuente que dificulta el día a día de muchas personas. El dolor en rodillas, hombros, codos, tobillos y muñecas aparecen como pinchazos, dolor agudo y otras manifestaciones, que afectan la calidad de vida de quien las sufre.
Son muy frecuentes en deportistas, personas mayores o aquellos que hacen un gran esfuerzo muscular diario. Según el portal Top Doctos, los trastornos que pueden generar el dolor articular son fibromialgia, artritis, lupus, gota, artrosis, enfermedad de Behçet, entre otros.
Este padecimiento, según los expertos, varía según la causa y puede presentar diversos síntomas, entre ellos, rigidez, dolor al tocar e incluso inflamación.
También, la persona puede experimentar sensación de ardor, picazón, dolor, enrojecimiento, hinchazón, dificultad para realizar el movimiento, movilidad reducida, rigidez y hormigueos. Para aliviar estas molestias existen algunos tratamientos médicos y de venta libre, también algunos remedios caseros que pueden ayudar a mejorar la condición y calidad de vida de los pacientes.
El limón es uno de ellos. Este fruto cítrico que es reconocido por sus bondades culinarias, cosméticas y, sobre todo, medicinales, destaca por su elevado contenido de vitamina C, pero también por sus compuestos antioxidantes, minerales y aceites esenciales.
Además, hace parte del grupo de alimentos alcalinos y se le atribuyen poderes diuréticos y desintoxicantes, según información del portal Mejor con Salud.
El limón es rico en flavonoides, vitaminas A, C y E, y además contiene ácido cítrico. La vitamina C tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, afirma un estudio realizado por la Universidade Federal do Rio de Janeiro, en Brasil, y ayuda a mantener el colágeno del cuerpo. Por su parte, el ácido cítrico tiene propiedades diuréticas y depurativas.
Sin embargo, a pesar de ser tan utilizado en casi todo el mundo, la mayoría de personas suele desperdiciar una de las partes que más propiedades tiene: la cáscara, la cual podría tener 10 veces más vitamina C que la pulpa, además de sustancias antiinflamatorias que podrían aliviar las dolencias generadas en las articulaciones.
Alivia los calambres
El limón también sirve para aliviar las molestias generadas por los calambres, los cuales se manifiestan por una contracción muscular repentina e involuntaria acompañada de dolor, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Este puede ser leve o intenso hasta el punto de paralizar por unos minutos a quien lo padece.
En deportistas, suelen darse al finalizar un ejercicio de alta intensidad o estrés muscular. Otras personas pueden experimentarlos durante la noche. Se presentan con mayor frecuencia en las piernas, pero también pueden sentirse en pies, manos, brazos y abdomen.
De la cáscara de limón se extrae el aceite esencial de citronela, que es reconocido por ser un repelente para mosquitos. También contiene vitamina C y pectina. Esta última tiene propiedades depurativas y contribuye a la eliminación del colesterol nocivo para el organismo.
Según el portal Mejor con salud, para preparar un remedio casero con cáscara de limón se requiere de una taza de aceite de oliva virgen extra (250 ml), dos limones grandes preferiblemente orgánicos y cuatro hojas de eucalipto. Se requiere de un frasco de vidrio con tapa, plástico de cocina y un vendaje.
En primer lugar, se pelan los limones y se colocan las cáscaras dentro del recipiente de vidrio. Se agrega el aceite de oliva asegurándose de que las cáscaras queden completamente cubiertas. Se toman las hojas de eucalipto, se cortan en pedazos y se añaden a la mezcla. Se tapa bien el recipiente y se deja reposar la preparación durante dos semanas en un lugar seco y oscuro.
Luego de este tiempo se procede a aplicar la preparación en una gasa. Se debe empapar en el aceite y dejarla como compresa sobre la zona afectada. Para que no se mueva, se toma un trozo de plástico y se cubre la gasa, luego se amarran ambos con una tela para que se quede fija durante toda la noche mientras la persona duerme.
El tratamiento se puede repetir todos los días para ver mejores resultados. De lo contrario, la aplicación mínima recomendada es de tres veces a la semana.
No obstante, la sugerencia siempre es que si bien se trata de productos naturales que pueden ayudar a mitigar los dolores y las molestias, lo ideal es consultar con el médico antes de llevar a cabo cualquier tratamiento.