El perejil, una planta herbácea con origen en el Mediterráneo, se ha destacado por sus propiedades medicinales, especialmente en el tratamiento de afecciones renales como infecciones urinarias y cálculos en los riñones. Su capacidad diurética también lo hace valioso en el control de la presión arterial elevada.

Estos efectos beneficiosos se atribuyen a la presencia de componentes activos en el perejil, como la miristicina y la epigenina (flavonoides), así como el apiol, el Alfa-Pineno y el Beta-pineno. Además, la planta es rica en vitamina C y carotenos, lo que contribuye a sus propiedades diuréticas, antioxidantes, antiinflamatorias, antibacterianas, antidiabéticas e inmunomoduladoras. También se ha identificado que posee propiedades citotóxicas y nefroprotectoras, entre otras.

La retención de líquidos se da debajo de los tejidos. | Foto: Getty Images

De acuerdo con el portal tuasaude.com, “el perejil se utiliza en diversas formas para preparar remedios naturales y contribuir a la salud. Sus hojas, semillas y raíces son empleadas en la creación de batidos, infusiones y tés beneficiosos para el organismo”. Además, se puede encontrar tanto fresco como deshidratado en supermercados, así como en mercados y ferias locales, lo que facilita su incorporación a la dieta y a la preparación de comidas sabrosas.

Mejorar la presión arterial alta y combatir la retención de líquidos

El perejil es abundantemente rico en potasio, un mineral que desempeña un papel crucial al estimular la eliminación de sodio mediante la orina. Su contenido diurético adicional hace que sea un aliado eficaz en la reducción de la presión arterial elevada y en la lucha contra la retención de líquidos en el cuerpo.

Otros beneficios del perejil

Fortalecer el sistema inmunitario

Debido a su contenido abundante en vitamina C, zinc y vitamina A, junto con sus propiedades antimicrobianas, el perejil juega un papel fundamental en el fortalecimiento de las defensas del cuerpo y en la mejora del sistema inmunológico. Investigaciones recientes señalan que el perejil puede ser eficaz en la lucha contra diversos tipos de bacterias, como Staphylococcus aureus, Bacillus subtilis y Escherichia coli, entre otros. Además, su capacidad para enfrentar virus como la influenza lo convierte en una opción valiosa para combatir el resfriado y la gripe.

Ayudar a controlar la diabetes

Incorporar perejil en la dieta puede contribuir a mantener niveles saludables de glucosa en la sangre y a salvaguardar la salud hepática, particularmente en individuos con diabetes. Se presume que esta capacidad se relaciona con su propiedad antioxidante. Además, gracias a su contenido en flavonoides, también podría tener un papel preventivo en el desarrollo de la diabetes. Esto lo convierte en una elección beneficiosa para aquellos que lidian con la prediabetes o están en riesgo de padecerla.

¿Cómo usarlo?

Té de perejil

El té de perejil puede ser utilizado para ayudar a combatir la infección urinaria, las piedras en los riñones, para controlar la hipertensión y la retención de líquidos.

Ingredientes
  • 1 cucharada de perejil deshidratado o 3 cucharadas de perejil fresco;
  • 250 ml de agua hirviendo.
Modo de preparación

Agregar el perejil al agua hirviendo, tapar y dejar reposar durante 10 minutos. Colar y beber hasta un máximo de 3 tazas por día. Es importante recordar que este té está contraindicado en mujeres embarazadas.

El jugo de perejil es bueno para reducir la presión arterial. | Foto: Getty Images

Jugo verde de perejil

El jugo verde hecho con perejil es rico en antioxidantes que ayudan a mantener la piel joven y saludable, combatiendo la retención de líquidos, ayudando en dietas para bajar de peso.

Ingredientes
  • 1/2 taza de perejil;
  • 1 naranja;
  • 1/2 manzana;
  • 1/2 pepino;
  • 1 vaso de agua de coco.
Modo de preparación

Licuar todos los ingredientes y beber sin agregarle azúcar y sin colar.

¿Cómo consumirlo y conservarlo?

De acuerdo con mejorconsalud.as.com, “al seleccionar perejil para usos culinarios, es aconsejable optar por el perejil fresco que exhiba hojas verdes y robustas, o por el perejil deshidratado de calidad, preferiblemente orgánico, ya que esto maximiza sus beneficios para la salud”. El perejil muestra una gran versatilidad en la cocina y puede ser incorporado en diversas preparaciones, desde jugos y sopas hasta batidos y ensaladas, además de ser un excelente sazonador para platos como mariscos y pescados.

La presión arterial elevada puede causar inconvenientes del corazón. | Foto: Nico De Pasquale Photography

Para prolongar la vida útil del perejil fresco, es recomendable lavarlo justo antes de su uso. Esto se debe a que las hojas húmedas en el refrigerador tienden a deteriorarse y decolorarse más rápido. Otra sugerencia útil es almacenar el perejil fresco en un recipiente hermético en el refrigerador. Para mantener la frescura de las hojas durante más tiempo, se puede colocar una servilleta o un papel absorbente sobre el perejil en el recipiente, lo que ayudará a absorber la humedad y preservar la calidad de las hojas.

Contraindicaciones

El consumo de perejil está desaconsejado para aquellos que sufren de afecciones renales graves, como insuficiencia renal aguda o crónica, síndrome nefrótico o nefrítico, así como para personas en la fase de recuperación postoperatoria de una cirugía, especialmente si ha transcurrido menos de un mes desde la intervención. Es importante destacar que el perejil también debe ser evitado por mujeres embarazadas o en período de lactancia, debido a la incertidumbre en torno a los posibles efectos que podría tener sobre el desarrollo del feto o la leche materna.

Es vital tener en cuenta que el perejil contiene niveles significativos de vitamina K, lo que podría tener interacciones con medicamentos anticoagulantes como la warfarina. Por lo tanto, es recomendable consultar con un médico antes de consumirlo si se está bajo este tipo de tratamiento.

Además, es prudente abstenerse de consumir té de perejil si se está tomando diuréticos, ya que existe la posibilidad de aumentar la eliminación de minerales a través de la orina, lo que podría resultar contraproducente para la salud. Siempre es aconsejable consultar con un profesional de la salud antes de incorporar cualquier cambio en la dieta, especialmente si se está siguiendo un régimen médico específico.