Los callos son áreas duras y gruesas de piel que con frecuencia causan molestia y estéticamente no lucen bien. Si bien rara vez son un tema de preocupación, lo cierto es que puede generar dolor e incomodidad, especialmente si se presentan en los pies.
La presión o el roce excesivos pueden hacer que se formen callosidades en casi cualquier área de la piel. Las ubicaciones comunes para los callos incluyen los pies, las puntas de los dedos y las palmas de las manos, indica el portal Medical News Today.
Normalmente las personas pueden deshacerse de estos molestos callos con remedios caseros, realizando una exfoliación regular y humectando de manera permanente la piel. La recomendación es evitar el uso de objetos afilados para retirar o eliminar un callo. Hacerlo puede lesionar la piel y causar hemorragia y hasta provocar una infección.
Uno de los remedios caseros planteados para lograr este objetivo se elabora con leche y bicarbonato de sodio, cuya acción exfoliante ayuda a remover la piel muerta y ablanda las durezas, según el portal Mejor con Salud.
La leche es un ingrediente rico en grasas, proteínas y vitaminas esenciales que restauran la piel dañada para aliviar la sequedad y otras alteraciones. Su principal activo, el ácido láctico, es un agente que regula el pH natural para mejorar la capacidad de absorción y alterar el ambiente que necesitan los hongos para proliferar.
Contiene hasta un 30 % de las proteínas necesarias para la producción de colágeno y elastina, dos compuestos necesarios para la salud cutánea.
Por su parte, el bicarbonato es considerado uno de los mejores remedios naturales para ablandar la piel dura de los pies y eliminar callosidades y gracias a sus propiedades antibióticas y antifúngicas, puede eliminar la presencia de hongos tanto en la piel que los recubre como en las uñas.
Además, su acción exfoliante remueve las células muertas y brinda una apariencia renovada en esta parte del cuerpo.
Para preparar esta solución natural se requiere de tres tazas de leche y tres cucharadas de bicarbonato de sodio. Se calienta la leche hasta que alcance una temperatura soportable para los pies, luego se verte en un recipiente amplio y se sumergen los pies de cinco a diez minutos. Pasado este tiempo, se incorpora el bicarbonato de sodio y se realizan masajes suaves.
Si la persona lo desea puede frotar con una piedra pómez para facilitar la eliminación de los callos. Luego se dejan en remojo durante otros cinco minutos y se quitan los excesos con un paño húmedo, posteriormente se secan bien. Lo recomendable es aplicar este remedio en horas de la noche y se puede untar vaselina para reforzar su efecto humectante.
Otras alternativas naturales
Además de este remedio existen otras opciones naturales que pueden ser usadas para eliminar las callosidades en los pies. Una de ellas es cortar una rodaja de limón, colocarla sobre la zona donde se tiene el callo y se sujeta con una venda. Lo ideal es dejarlo actuar toda la noche y repetir el proceso durante una semana para evidenciar resultados, indica el portal Panoramaweb.
Para eliminar las bacterias y células muertas que se acumulan en el callo se puede hacer uso de cebolla, limón y sal. Se corta una rodaja de cebolla y se le añaden unas gotas de limón y un poco de sal. Se coloca sobre la zona afectada y se cubre con una venda dejándolo actuar durante toda la noche. El limón y la cebolla ayudarán a limpiar la zona, mientras que la sal actuará con un efecto exfoliante. Al día siguiente las condiciones de la piel habrán cambiado.
El portal Tua Saúde indica que para evitar que se formen callos es importante utilizar zapatos cómodos y también dejar de lado aquellos que ejerzan presión cuando ya se ha formado el callo. De igual forma, se debe mantener la piel hidratada para evitar que la resequedad facilite la formación de pieles gruesas.