Los demógrafos calculan que por cada década que pasa, la vida en promedio se extenderá dos años. Esto significa que quien actualmente tiene 60 tendrá 50 por ciento de posibilidades de llegar a 90. La mitad de los que tienen hoy 40 llegarán a 95, y los que hoy cumplieron 20 tendrán una gran oportunidad de convertirse en centenarios.
Ese fenómeno se observa en el mundo entero, incluso en los países con bajos recursos. La Organización Mundial de la Salud dio a conocer un informe en el que registró un aumento de cinco años, en promedio, de la expectativa de vida, y curiosamente, el mayor crecimiento se presentó en África.
Ahora, un estudio realizado por la la Escuela de Salud Pública TH Chan, de la Universidad de Harvard, y citado por el Hola.com, indica que es necesario mantener cinco hábitos que, aunque no aumentarán los años de vida a 200, si lograrán hacerlo un poco y garantizando que podrá tener una buena calidad de vida.
La investigación se desarrolló en 2018 basada en el análisis de 30 años de datos médicos de más de 78.000 mujeres y 44.000 hombres. Allí, se concluyó que los siguientes hábitos podrían prolongar la vida de una persona hasta 10 años o un poco más:
Hacer deporte
Es importante, según el estudio, mantener activo la mayor cantidad de tiempo al día. Se recomiendan los paseos a buen ritmo durante 30 minutos al día combinados con ejercicios de resistencia y un poco de pesas.
“Hay muchos estudios que demuestran qué cambios en los hábitos de vida son los que más favorecen la salud cardiovascular. Entre estos cambios, se encuentra hacer ejercicio de manera regular, e incluso a intensidades moderadas y ligeras”, asegura la doctora Araceli Boraita, miembro de la Fundación Española del Corazón (FEC), citada por Hola.com.
Además, La actividad física regular es muy beneficiosa para la salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual señaló que las personas con un nivel insuficiente de movimiento tienen un riesgo de muerte entre un 20 % y un 30 % mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Una dieta saludable
Esta parte, hace referencia a ser constante con los horarios en que se alimentan las personas y a comer productos que no perjudiquen la salud como si lo hacen la comida chatarra, el azúcar y el alcohol.
Es ideal que durante la alimentación se tengan granos integrales poco procesados, verduras, frutas, nueces y fuentes naturales de proteínas (que no solo vienen de la carne).
No fumar
Dejar este hábito puede prolongar los años de vida de un individuo y mejorar la calidad de vida del mismo. Estudios científicos han encontrado que el 70% de los fumadores manifiestan su intención de abandonar el consumo de tabaco, cerca de un 40% intenta dejar de fumar cada año y solo un 30 % lo logra con el tratamiento adecuado, según informó el Ministerio de Salud y Protección Social.
Mantener un peso saludable
“El control de peso redujo significativamente el riesgo de diabetes mellitus, factores de riesgo cardiovascular y cáncer de mama”, afirma el estudio realizado por Harvard, por lo que es importante mantener un porcentaje de grasa en el cuerpo que no perjudique otras funciones del organismo.
Evitar el alcohol
Desde Harvard, recomiendan tener un consumo responsable y conocer los límites. De hecho, aconsejan “un máximo de una bebida en el caso de las mujeres y dos para los hombres, basándose en la capacidad de metabolizar el líquido en función del género”.
Por su parte, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indicó que el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de tener problemas de salud graves, que incluyen:
- Pancreatitis.
- Muerte súbita si ya se tiene una enfermedad cardiovascular.
- Daño al músculo cardíaco (miocardiopatía alcohólica) que lleva a la insuficiencia cardíaca.
- Accidente cerebrovascular.
- Presión arterial alta.