No cabe duda de que cuando se busca tener un cuerpo más atlético y saludable, una de las partes en las que más se enfocan las personas es en el abdomen. Este, junto a los muslos, las cadera y los brazos son los principales índices de cómo está el peso corporal pues son las zonas del cuerpo donde la grasa suele tener mayor acumulación.

Para muchas y muchos, reducir la grasa del abdomen es casi imposible. | Foto: Getty Images

La flacidez abdominal es algo que preocupa a cientos de personas alrededor del mundo, teniendo mayor incidencia en la mujeres que en los hombres, sobre todo después del embarazo. Además, es difícil de eliminar cuando se comienza a hacer ejercicio de forma regular. Sin embargo, no significa que sea imposible.

La clave es tiempo y perseverancia, pues todos los cuerpos son diferentes y con ellos los procesos: individuales por completo.

Aunque un cuerpo tonificado no siempre será un sinónimo de un organismo saludable, lo cierto es que son muchas las mujeres y los hombres que le dedican un tiempo y disciplina especial a ver cómo reducir tallas en la cintura y cómo marcar los músculos del abdomen, los famosos ‘cuadritos’.

Esta zona tiende a ser flácida con facilidad por exceso alimentos con un alto nivel de grasa y azúcar en adición a una baja calidad y cantidad de actividad física.

No hay nada que pueda sustituir, de manera sana, la combinación de dieta saludable y ejercicio para combatir la flacidez de todo el cuerpo en general. Sin embargo, no hay que echar de menos algunas ayudas que se le pueden dar al cuerpo, en especial si son remedios caseros.

Se cree que los exfoliantes pueden ayudar a ‘mover’ el exceso de grasa en la zona abdominal. Aunque esto no está comprobado, puede ayudarse con una especie de gránulos y mascarilla hecha a base de café:

  • Mezclar taza y media de café molido con una taza de azúcar blanco.
  • Agregar a dicha mezcla 3/4 de aceite de oliva o de aceite de almendras para que deslicen los granos.
  • Con esta pasta homogénea, dar masajes circulares y con un poco de fuerza en la piel (sin maltratarla).

Hay muchas personas en el mundo que creen que la ingesta en ayunas e agua tibia con limón ayuda a eliminar la grasa, además existe la misma creencia de propiedades para el abdomen desde el vinagre de manzana. Por lo menos hay estudios que respaldan el fortalecimiento del sistema inmunológico y la desinflamación estomacal con estas bebidas.

Para reafirmar la piel del abdomen existe una mascarilla a base de arcilla con el fin de tonificar. Para ello necesita:

  • Una taza de arcilla verde en polvo
  • Taza y media de té negro
  • Una cucharada de café molido
  • 1 cucharada de aceite de almendras

Preparar de manera normal la infusión de té negro. Mezclar todos los ingredientes en una licuadora y procesar hasta obtener una pasta homogénea. Si es muy espesa, puede agregar más infusión de té. Luego aplicar la crema reafirmante sobre la piel del abdomen, masajear un poco y dejar actuar entre 20 y 30 minutos.

El té negro ayuda a mejorar la flacidez del abdomen | Foto: Getty Images

El aceite de coco también puede luchar contra la flacidez del abdomen. Debe derretir 1/4 de manteca de cacao en baño María. Agregar media taza de aceite de coco y revolver hasta que se integren. Cuando esto pase, retirar del fuego y dejar que se enfríe. Luego aplicar la mezcla sobre el abdomen dando masajes circulares y deja actuar durante 30 minutos.

Masaje abdominal | Foto: GettyImages

Tenga en cuenta que las fórmulas fáciles, las dietas mágicas y los resultados rápidos no existen. Es importante consultar a un experto para que guíe el proceso, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles y los hábitos de alimentación.

Los expertos aseguran que para ver cambios hay que hacer pequeñas modificaciones diarias en la alimentación y en el cuidado físico, como el ejercicio. De hecho, la OMS recomienda realizar mínimo 30 minutos de caminata moderada. Lo vital es que haya gasto energético.