¿Quién en algún momento de su vida no ha sentido ansiedad? Experimentarla no debería ser motivo de vergüenza, al contrario, tener la información necesaria sobre lo que significa le va a ayudar a manejar la situación y a tener a la mano las herramientas suficientes para gestionar dicha molestia.
La ansiedad es una respuesta emocional y física ante situaciones de estrés por peligro percibido. Es una reacción natural que prepara el cuerpo para enfrentar una amenaza o desafío que se aproxima para la persona. No obstante, cuando la ansiedad se vuelve crónica, intensa o desproporcionada, puede convertirse en un trastorno, que de cierta manera afecta la calidad de vida y el funcionamiento diario del individuo.
Mayo Clinic, señala que las personas con ansiedad tienen preocupaciones, miedos intensos, excesivos y persistentes sobre diversas situaciones diarias. Esto, con frecuencia, resulta en trastornos de ansiedad donde la persona involucrada se ve envuelta en episodios repetitivos que, si alcanzan su punto máximo, pueden provocar ‘ataques de pánico’.
¿Cómo afecta la ansiedad?
Los sentimientos de ansiedad, generalmente, interfieren en las actividades diarias de la persona, pues muchas veces son difíciles de controlar, puesto que son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden estar presentes durante un largo tiempo.
No se tiene exactitud sobre cuándo pueden empezar los síntomas, ya que esto depende de la condición de cada persona; sin embargo, las etapas en los que pueden ser evidentes son en la infancia o en la adolescencia, pero algunas personas en la edad adulta pueden tener ansiedad.
La ansiedad puede manifestarse de diferentes maneras, como por ejemplo:
1- Preocupación excesiva. Aquí los usuarios tienen pensamientos persistentes sobre los problemas del futuro, incluso cuando no hay una amenaza real.
2- Se puede percibir con agitación o nerviosismo constante.
3- Hay síntomas físicos, bien sea rigidez muscular, particularmente en el cuello, hombros y mandíbula, o se van a presentar palpitaciones, sudoración anormal, temblores y dificultad para respirar.
4- Hay problemas para conciliar el sueño, mantener o tener un sueño reparador.
5- Los estados de ánimo son cambiantes, pues la persona se irrita fácilmente, es impaciente o tiene dificultad para concentrarse.
6- Y finalmente, una señal común es cuando los afectados evitan situaciones, lugares o actividades que perciben como peligrosas.
Según los síntomas explicados, existe una variedad de trastornos de ansiedad generalizada, como los siguientes: fobia social, ataques de pánico, fobias específicas, trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), agorafobia, entre muchos más.
La manera correcta de abordar un ataque de ansiedad
Reconocer que está teniendo ansiedad es el primer paso para hacer frente a la situación que está viviendo. Luego de esto, la respiración es clave para calmar la sensación; procure hacerlo de manera profunda y lenta, esto puede ayudar a calmar el sistema nervioso. Para hacerlo, intente inhalar por la nariz por cinco segundos, mantenga el aire en los pulmones y finalmente exhale por la boca. Si es necesario, repita el proceso varias veces hasta que lo considere necesario.
El paso a seguir es enfocarse en el presente y en que visualice el entorno en el que se encuentra. Para ello, adopte la práctica de la ‘plena atención’ para observar sus pensamientos y sentimientos. Tenga presente que, juzgarse a sí mismo, no es la solución.
Luego de ello, vaya a un lugar en el que se sienta seguro, y repite afirmaciones positivas para usted mismo, de modo que su mente sea consciente de que usted está entrenado para salir de dicha situación.
Considere incluir la terapia en su vida, es una alternativa donde va a ser evaluada por un profesional de la salud mental para recibir un diagnóstico certero sobre su condición. Sin embargo, según Mayo Clinic, estos son algunos casos en los que puede contemplar buscar ayuda profesional:
- Siente mucha preocupación por situaciones que no están bajo su control.
- El miedo y la ansiedad le causan malestar más de lo normal.
- Tiene pensamientos o conductas suicidas.