Más allá de explicaciones técnicas es sabido que ante un reporte de colesterol alto, se deben modificar los hábitos. Esto puede generar un conflicto entre lo que se recomienda hacer y lo que se termina haciendo.
Por eso, en el paquete de soluciones que se pueden encontrar está la de conocer lo que realmente pasa en el cuerpo cuando hay niveles nocivos de colesterol, pero también se despierta el interés por saber qué se puede implementar en la dieta.
En ese sentido, el portal Sandoz Bienestar señala cinco ingredientes que se pueden incluir en el menú.
En primer lugar, está el pescado. Ahí se incluyen especies como La Caballa, Arenque, Atún, Salmón o Trucha, son pescados ricos en ácidos grasos omega-3, que reduce los triglicéridos y la presión arterial. Se puede preparar al horno o asado. Resultando una opción ligera y beneficiosa.
En segundo lugar, está la avena. Es muy bien conocido que contiene fibra soluble, que ayuda a disminuir el colesterol “malo”. Y también permite la versatilidad de agregarle frutas. Ahora hay que tener claro el funcionamiento de cada cuerpo, pues mientras en algunos casos es muy beneficiosa, en otros puede resultar contraproducente.
En tercer lugar, están las frutas y nueces. En este caso hay una variedad de opciones que incluyen la manzana, los plátanos, las naranjas, peras o ciruelas, que puede combinarse con un puñado de nueces. Esta mezcla puede complementarse en sabor y ayudar a cuidar la salud.
En cuarto lugar, están las verduras y legumbres. En el primer caso, se pueden cocinar al vapor y las legumbres como los frijoles, lentejas, garbanzos y habas, “tienen muchos beneficios y reducen la absorción de colesterol en el intestino”, señalan en el portal mencionado.
Y finalmente, está el aguacate. La razón es que este alimento es una fuente de nutrientes y ácidos grasos, muy indicado para acompañar las ensaladas o para consumir de forma individual.
Tres alimentos para combatir el colesterol y regular la presión arterial
El colesterol es una de las sustancias que el organismo requiere para formar células sanas. Sin embargo, el portal Mayo Clinic indica que tener niveles elevados del mismo aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca.
El colesterol alto puede llegar a generar depósitos grasos en los vasos sanguíneos, razón por la cual es más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias, es decir, que se puede sufrir un paro cardíaco.
Según la descripción de Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la presión arterial es la fuerza con que la sangre empuja contra las paredes de las arterias durante el proceso de circulación.
Para la lectura de la presión arterial se usan dos números, una para la presión sistólica y otro para la diastólica. Para diagnosticar problemas de presión es fundamental atender a esos valores mediante chequeos regulares con un especialista médico.
- Presión arterial normal: sistólica menor de 120 y diastólica menor de 80.
- Presión arterial alta (sin otros factores de riesgo cardíaco): sistólica de 140 o mayor y diastólica de 90 o mayor.
- Presión arterial alta (con otros factores de riesgo cardíaco): sistólica de 130 o mayor y diastólica de 80 o mayor.
Ahora bien, para combatir el colesterol y regular la presión arterial, es necesario quitar varios alimentos de la dieta y agregar algunos. No obstante, antes de llevar a cabo algún cambio, será necesario consultar con un profesional de la salud.
En ese orden de ideas, el portal Alimente da a conocer un compilado de alimentos y son los siguientes:
- Ciruelas: esta fruta se caracteriza por ser rica en fibra. También es fuente de vitamina A, C, K, B1, B2, B3, B6 y minerales como el calcio, el potasio, el fósforo, el magnesio, entre muchos otros.
- Avena y salvado de avena: son ricos en fibra soluble, que reduce el colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL), conocido como “malo”, asegura Mayo Clinic.
- Pescado: el pescado graso tiene altos niveles de ácidos grasos omega-3, que pueden reducir los triglicéridos, un tipo de grasa que se encuentra en la sangre, así como la presión arterial y el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos. En las personas que ya han tenido ataques cardíacos, los ácidos grasos omega-3 pueden reducir el riesgo de muerte súbita.