Quienes planean bajar de peso deben gastar más calorías de las que consumen. Para muchas muchas personas conseguir adelgazar no es solo una cuestión estética, sino de salud. Sin embargo, con el pasar de los años perder peso puede volverse una tarea complicada.
Mantener un peso saludable es muy importante pues una acumulación anormal o excesiva de grasa puede ser perjudicial para la salud, por lo que quienes están inconformes buscan fórmulas mágicas para lograr disminuir tallas que pueden perjudicar su salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1975 la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo. Incluso, la mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que el bajo peso para la edad.
El sobrepeso y la obesidad pueden ocasionar el desarrollo de enfermedades crónicas asociadas al funcionamiento del corazón como la hipertensión o el colesterol alto.
Para mantener el peso a raya y alejarse de las enfermedades mencionadas es indispensable hacer ejercicio regularmente y seguir una alimentación balanceada que permita alcanzar el peso ideal. La clave está en cumplir el objetivo con paciencia, pues los resultados pueden tardar dependiendo el organismo de cada individuo.
Así mismo, el portal especializado Healthline, listó una serie de consejos con los que es posible bajar de peso constantemente y de manera efectiva:
1. Evitar bebidas azucaradas: son aquellas que contienen azúcar añadida. Estas incluyen: refrescos, bebidas azucaradas de té y bebidas deportivas, energéticas y jugos. Las calorías en las bebidas azucaradas pueden contribuir al aumento de peso y proveen poco o ningún valor nutritivo.
2. Dormir bien: “cuando no se duerme lo suficiente, se puede sentir hambre incluso si se está lleno. La falta de sueño puede conducir a comer en exceso [...]. La consecuencia puede ser un aumento de peso, y dificultades para perderlo”, explica el medio Mejor con Salud.
3. Comer alimentos sin procesar: los alimentos mínimamente procesados conservan la mayor parte de sus propiedades físicas, químicas, sensoriales y nutricionales intrínsecas, y muchos de ellos son tan nutritivos como los alimentos sin procesar. Algunos ejemplos son la fruta cortada, la embolsada, las ensaladas de verduras y las frutas y verduras desecadas y congeladas.
4. Alimentación saludable: las frutas y las verduras son elementos primordiales para una alimentación saludable como el aprovechamiento de lácteos y/o productos bajos en grasas. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades también se deben incluir proteínas como las carnes, los huevos, las legumbres y hasta las semillas y nueces.
5. Comer un desayuno alto en proteínas: un estudio publicado en The FASEB Journal en 2012, encontró que un desayuno con la suficiente cantidad de proteínas mejora el control del apetito, así como la saciedad, y reduce el consumo de pasabocas y comida de paquete, que es poco saludable.
6. Beber agua: un estudio que se encuentra en el repositorio de la Librería Nacional de Medicina (NIH, por sus siglas en inglés) explica que el agua quema calorías y acelera el metabolismo, y aquellas personas que opten por ingerirla, deben optar por realizar ejercicio físico en casa.
7. Comer fibra: de acuerdo con MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Salud de Estados Unidos, la fibra tiene múltiples beneficios para la salud, pues le aporta volumen a la dieta. También, provoca una sensación de saciedad, haciendo que las personas se sientan llenas rápidamente. Esto facilita el proceso de pérdida de peso y ayuda a mantener un peso saludable.
8. Ingerir los alimentos lentamente: es recomendable masticar los alimentos entre 30 y 50 veces por bocado. Además, investigadores encontraron que el hecho de comer lento y masticar bien ayuda a mejorar la circulación sanguínea en el abdomen.