Al momento de preparar las comidas es importante tener en cuenta la higiene, pues los alimentos se pueden contaminar de bacterias y causar infecciones, lo que pone en riesgo la vida de las personas.

“La inocuidad de los alimentos, la nutrición y la seguridad alimentaria están inextricablemente relacionadas. Los alimentos insalubres generan un círculo vicioso de enfermedad y malnutrición, que afecta especialmente a los lactantes, los niños pequeños, los ancianos y los enfermos”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La inocuidad de los alimentos consiste en las condiciones y las medidas necesarias durante la producción, conservación, distribución y preparación de los alimentos para que al ser digeridos, no sean perjudiciales para la salud de quien lo consume, detalla el Ministerio de Salud.

“En los últimos años, se ha avanzado en la sensibilización acerca de la importancia de la inocuidad teniendo en cuenta toda la cadena alimentaria, puesto que se considera que algunos problemas pueden tener su origen en la producción primaria, es decir en la finca, y se transfiere a otras fases como el procesamiento, el empaque, el transporte, la comercialización y aún la preparación del producto y su consumo”, indica esta entidad del gobierno.

Muchas personas realizan algunas acciones que pueden poner en riesgo la inocuidad de los alimentos. A continuación, la Organización Panamericana de la Salud señala algunas “reglas de oro” en la cocina:

Elegir los alimentos tratados con fines higiénicos

Aunque muchas personas prefieren elegir todos los alimentos y producto naturales, hay que comprender que muchos están en su estado natural y hay otros que su consumo solo es seguro cuando están tratados. Por eso “conviene siempre adquirir la leche pasteurizada en vez de cruda, y si es posible, comprar pollos (frescos o congelados) que hayan sido tratados por irradiación ionizante”, señala la OPS.

Cocinar bien los alimentos

Algunos alimentos crudos como el pollo, la carne, la leche no pasteurizada generalmente están contaminados por agentes patógenos, los cuales son eliminados al momento de la cocción. La OPS brinda un consejo muy importante: “Los alimentos congelados (carne, pescado y pollo) deben descongelarse completamente antes de cocinarlos”.

Consumir en el menor tiempo posible

Luego de cocinar los alimentos se deben consumir inmediatamente, debido a que cuando se enfrían a temperatura ambiente, los microbios empiezan a proliferar y aumenta el riesgo sanitario.

Conservar los alimentos cocinados correctamente

Si los alimentos cocinados no se consumen luego de ser preparados, se deben preparar las condiciones para conservarlos. La OPS detalla que “hay que prever su almacenamiento en condiciones de calor (cerca o por encima de 60 °C) o de frío (cerca o por debajo de 10 °C). Esta regla es vital si se pretende guardar comida durante más de cuatro o cinco horas”.

Hay un error muy común que suelen cometer las personas y es guardar en el refrigerador una cantidad excesiva de alimentos cocinados calientes, los cuales no se pueden enfriar por dentro correctamente. Esto no es bueno debido a que “si la parte central del alimento sigue estando caliente (a más de 10 °C) demasiado tiempo, los microbios proliferan y alcanzan rápidamente una concentración susceptible de causar enfermedades”, detalla la OPS.

¿Cómo se deben recalentar los alimentos?

Para evitar mayor proliferación de microbios, es importante recalentar los alimentos adecuadamente. Para esto cada una de las partes del alimento deben alcanzar una temperatura de 70ºC.

Cuidado con la contaminación cruzada

La contaminación cruzada puede darse cuando un alimento bien cocinado entre en un mínimo contacto con alimentos crudos. Por eso, no se debe preparar un pollo crudo y luego utilizar la misma tabla de picar y el mismo cuchillo para cortar otros alimentos.