El Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) define el estrés como “la forma cómo el cerebro y el cuerpo responden a cualquier demanda. Cualquier tipo de desafío –como el rendimiento en el trabajo o la escuela, un cambio importante en la vida o acontecimientos traumáticos– puede causar estrés”.

Explica que el estrés puede afectar la salud de las personas, por lo que es importante prestarle atención a la forma “en que se enfrentan los acontecimientos estresantes de menor y de mayor importancia para que sepa cuándo debe buscar ayuda”.

Es una palabra muy común en la sociedad y que salta a la vista cuando llegan las preocupaciones, hay sobrecarga de trabajo o cuando no se encuentra una salida clara a los problemas, entre otro sinnúmero de circunstancias que hacen parte del diario vivir. Entre ese sinnúmero de circunstancias se puede encontrar la diabetes, una enfermedad que es llamada silenciosa debido a que puede estar presente en el organismo sin dar signos de alarma, pudiendo ser detectada solo cuando se realiza un examen de sangre.

“Muchas fuentes de estrés son amenazas a largo plazo”, advierte la Asociación Americana de Diabetes, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos. A modo de ejemplo, explica que puede tomar meses recuperarse de una cirugía y en ese caso, “si bien la función de las hormonas del estrés es enfrentar el peligro a corto plazo, permanecen en alerta por mucho tiempo. Como resultado, el estrés a largo plazo puede causar que el nivel de glucosa en la sangre aumente a largo plazo”.

De acuerdo con la organización, muchas fuentes de estrés a largo plazo son mentales, pues en ocasiones la mente puede reaccionar a un acontecimiento inofensivo como si fuese una amenaza real. “Luchar o huir no ayuda cuando el “enemigo” es la propia mente”, subraya.

En lo que refiere a la relación que hay entre el estrés y los pacientes diabéticos, la Asociación señala que el estrés puede tener dos tipos de efectos en el nivel de glucosa en la sangre:

  • Es posible que las personas con estrés no se cuiden bien. Quizá tomen bebidas alcohólicas o hagan menos ejercicio. Es posible que se olviden o no se den el tiempo de medirse el nivel de glucosa o planear buenas comidas.
  • Las hormonas del estrés también pueden cambiar el nivel de glucosa en la sangre de forma directa.

“Los científicos han estudiado los efectos del estrés en el nivel de glucosa en animales y personas. Los ratones con diabetes bajo estrés físico o mental tienen un nivel elevado de glucosa. Los efectos en las personas con diabetes tipo 1 son más variados. Si bien el nivel de glucosa de la mayoría de las personas se eleva con estrés mental, es posible que el nivel de glucosa de otras disminuya. En personas con diabetes tipo 2, el estrés mental a menudo aumenta el nivel de glucosa en la sangre. El estrés físico, como una enfermedad o lesión, causa un nivel más elevado de glucosa en la sangre en personas con cualquiera de los dos tipos de diabetes”, reseña la Asociación Americana de Diabetes.

El manejo del estrés y su control pueden prevenir una subida de glucosa en la sangre. En consecuencia, un artículo publicado por Glucerna, una marca de Abbott Laboratories, reseña las medidas que pueden tomar los pacientes con diabetes para controlar el estrés, descritas a continuación:

El estrés aumenta la presión. Meditar ayuda a mantener una mente calmada y enfocada. En estados de relajación el cuerpo produce óxido nítrico, este hace que los vasos sanguíneos se abran y reduzcan la presión para mejorar la llegada de sangre a nuestros órganos. Foto: Pantherstock.
  • Hacer ejercicio regular: el ejercicio permite al cuerpo relajarse. Advierte que antes de hacerlo, es prudente que el paciente diabético se asesore con su médico de cabecera.
  • Adoptar un pasatiempo: no importa cuál, puede ser una manualidad, el punto es que “la actividad podrá distraerte y relajarte de los motivos que te causan malestar”.
  • Realiza un ejercicio mental: tomarse un tiempo para pensar cosas positivas puede ayudar.