SEMANA: ¿Cuál es el motivo de consulta más frecuente? María Paz Ruiz: Normalmente son las separaciones. Cómo manejalas mejor. Y  si ya pasó ese proceso y la persona está conociendo a alguien nuevo,  pues en estos momento necesitan herramientas para saber qué esperar de sus nuevas parejas. Es gente que ya ha tenido una relación y quiere apostarle de nuevo al amor, entonces deben gestionar muchas cosas si hay hijos. Diría que  el 99 por ciento de la consulta es por separaciones. SEMANA: ¿Por qué la gente se enreda tanto en estos momentos? M.P.R.: Porque la gestión emocional de las parejas es complicada. Yo digo que somos un círculo, una torta, y cada pedazo es un eje de nuestra vida: la familia, el trabajo, los amigos, el deporte, lo espiritual. Otra de las tajadas de esa torta es la pareja. La gente casi siempre le invierte más a la pareja, por eso cuando  se separa queda desubicada. Yo trato de que estas personas apuesten por tener el resto de la torta al día, actualizada, que tengan amigos, trabajo, vida espiritual. Cuando hay una separación la gente se obliga a apostar por toda la torta que han descuidado, empiezan a salir, se refugiarse en el trabajo y en la vida social. Todo eso hay que hacerlo en equilibrio. SEMANA: En ese panorama de la separación, ¿qué es lo que más duele? M.P.R.: Duele la soledad. El manejo de la soledad es crítico porque no sabemos. Nos enseñan a depender emocionalmente de los demás cuando la verdad es que la vida sigue cuando esa relación se acaba. Me gusta enseñarle a la gente que las parejas suman, cada uno crece, y cuando ambos lo hacen no hay dependencia sino algo mejor.   SEMANA: ¿Cuál es la fórmula del éxito en las relaciones? M.P.R.: Es sencilla: cariño, admiración y respeto. Esa es mi fórmula y para que se den es clave que cada uno de los miembros de la pareja tenga su vida propia y se autorrealice. Que haga con pasión lo que hace y que respete a su pareja. El cariño lo tenemos, la admiración se gana cuando cada uno tiene vida propia y el respeto no se puede perder. SEMANA: ¿Qué es lo que pasa con la gente entonces? M.P.R.: Se queda en el cariño, no más, y pierde la admiración y el respeto. El cariño se modifica. El amor va cambiando con el tiempo. La gente se puede querer mucho, pero si no admira a la pareja, esta se va con otras.  Los que tiene muchos años de convivencia tienen un amor más maduro y reposado, pero eso sí deben promover la vida íntima y mantenerla. Porque eso hace que uno se sienta en la jugada. De lo contrario se convierten en compañeros de casa. SEMANA: Estos temas del corazón, ¿cómo se ven en esta época de fin de año? M.P.R.: Pegan más duro porque son fechas para estar en familia y si están pasando por una separación o un divorcio, la persona se siente muy afectada. Un consejo muy importante por eso es bajarle al consumo de alcohol. SEMANA: ¿Por qué? M.P.R.: Porque hace que la melancolía suba y la depresión se manifieste. Tengo una metodología que consisten en bajar el consumo de alcohol y aumentar el del deporte durante la tusa. Los activo físicamente y les quito esa necesidad del trago porque ahí no encuentran respuestas. En cambio con el deporte se activan las hormonas que necesitamos fortalecer para estar mejor. Además ayuda estar con otras personas y ampliar la torta. Pensar en nosotros y en nuestro proyecto vital. SEMANA: ¿Qué es el proyecto vital? M.P.R.: Es el por qué nos levantamos todos los días, por qué hago lo que hago. Y ahí no es solo ir a trabajar sino un objetivo que me guste hacer y que sea ejecutable. Algo que me haga sentir bien, que me cueste trabajo, y que sea positivo, no vicios ni nada que reste puntos. Puede ser un curso de francés, aprender deportes u otra actividad que ocupe su tiempo de ocio. Puede estar relacionado con el trabajo, pero es algo que realmente quiera hacer un domingo. La idea es que tenga algo en el cajón para que conecte con lo que les gusta. SEMANA: ¿Cuánto dura una tusa de estas? M.P.R.: No baja de un año. SEMANA: ¿Para hombres y mujeres? Los hombres pareciera que lidian con la tusa más facilmente. M.P.R.: En mi consulta lloran más ellos que las mujeres. Son más sensibles porque ellos destapan aquí muchas cosas que no han podido hablar, llevan todo callado y esto es un escape. Las mujeres, en cambio, tienen la oportunidad de hablar con más gente, y cuentan con más recursos mientras que ellos no tienen con quien confesarse. SEMANA: ¿Una tusa es más dura dependiendo de la edad? M.P.R.:  La edad no influye. Cualquier persona a quien le rompan el corazón se sentirá igual de mal. SEMANA: ¿Un clavo saca otro clavo? M.P.R.: No creo en eso. Es mucho más sano estar solo el rato que necesite para curarse. Por algo lo llaman mal de amor. Y debes curarte bien. No es solo que lo vean bien por fuera sino por dentro, por eso hay que estar listo. Pero si te metes con otra pareja de una, es como poner una curita en una herida gigante. Muchos lo hacen pero no funciona así terminan con dos procesos de duelo por resolver.  Y te va a pesar. SEMANA: ¿Consejos para sobrevivir una tusa en fin de año? M.P.R.: Lo primero es recordar que nada es para siempre. Y pensar que a lo mejor esa no va a ser la primera ni la última tusa que va a vivir. Y luego de eso, en línea de lo que hablábamos, es apostar por otros pedazos del ponqué. La persona que más lo puede cuidar a uno es uno mismo y uno tiene que establecer objetivos porque si se echa a dormir y no toma las decisiones de su vida va a ser mucho más dificil. SEMANA: ¿Qué recomienda a las parejas para año nuevo? M.P.R.: Pasar tiempo en pareja de calidad, que los dos descubran qué es lo que les gusta y qué fue lo que los unió. Eso que los unió hay que tenerlo activado, compartir aficiones y a solas y los que son papás deben destinar tiempo para estar en pareja y no todo con los niños. Nunca hable en estas fechas del exnovio. Por el contrario, intente que el tiempo que se dedica sea de calidad para el o para ella, sin compararlos con otras personas. Y ser muy tolerante con la familia de la pareja. Si somos tolerantes vamos a tener un fin de año agradable pero si los estamos criticando vamos a aguar la fiesta. Es tiempo de concordia, respeto y tolerancia.