Los seres humanos tienen etapas de vigilia y de sueño, así como de hambre y saciedad. La hora de la comida puede acelerar o ralentizar este proceso.

Cuando la comida entra en el sistema digestivo, la cantidad de sangre en el estómago y los intestinos aumenta y llega menos oxígeno al cerebro. Esta falta de oxígeno se manifiesta en forma de somnolencia y cansancio después de comer.

¿Qué es el reloj biológico?

Las etapas en que el cuerpo desarrolla ciertas actividades están dirigidas por dispositivos de tiempo naturales que acompañan al ser humano desde el nacimiento. Estos son popularmente conocidos como ‘relojes biológicos’ y se ajustan a ciertos factores cíclicos del ambiente, los cuales se componen por moléculas específicas que interactúan con las células.

Los ‘relojes biológicos’ se encuentran en la mayoría de tejidos y órganos; por eso se le llaman “periféricos”, estos son coordinados por un reloj principal ubicado en el hipotálamo y el cual recibe información a través de los sentidos.

Los ‘relojes biológicos’ se encuentran en la mayoría de tejidos y órganos; por eso se le llaman “periféricos”, estos son coordinados por un reloj principal ubicado en el hipotálamo y el cual recibe información a través de los sentidos. | Foto: Foto: Getty images.

¿Qué es el ritmo circadiano?

Los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas. Estos procesos naturales responden, principalmente, a la luz y la oscuridad, y afectan a la mayoría de seres vivos, incluidos los animales, las plantas y los microbios.

El ritmo circadiano se manifiesta en los seres humanos mediante cambios físicos, mentales y de conducta que siguen un ciclo diario y responden principalmente a la luz y a la oscuridad. Por ejemplo, dormir por la noche y estar despierto en el día.

Existen factores naturales que lo producen, pero el ambiente también influye. Así, el reloj del cerebro controla la producción de una hormona que da sueño, conocida como melatonina. Cuando hay menos luz es cuando más se produce.

El ritmo circadiano también es un factor de control para la alimentación. El hipotálamo es un área del cerebro que regula el hambre, el apetito y la saciedad. Para ello usa péptidos, como la colecistoquinina, los niveles de azúcar y grasa en sangre, y ciertas hormonas.

El hipotálamo es un área del cerebro que regula el hambre, el apetito y la saciedad. | Foto: ©2019Eternityinaninstant

¿Por qué las personas se sienten cansadas después de comer?

Como se mencionó con anterioridad, los relojes biológicos son la causa principal del por qué las personas se sienten cansadas después de comer.

En ese sentido, hay dos momentos particulares de somnolencia durante las 24 horas del día: en la noche y ocho horas después de haber despertado. En algunos países donde tradicionalmente se come después del medio día, este tiempo coincide con “la hora de la siesta”.

Otra causa, puede responder a un problema de mala digestión, sobre todo si se consumen alimentos sumamente copiosos y grasosos, los cuales son más difíciles de digerir. Sin embargo, es posible también que algún otro factor esté involucrado en su origen.

Exponerse al sol después de comer produce efectos beneficiosos similares a los de una siesta. | Foto: Gettyimages

¿Cómo superar el cansancio después de comer?

Se pueden practicar varias técnicas para evitar la sensación de cansancio después de comer y ayudar a continuar el día con un buen rendimiento.

1. Establecer una rutina de hábitos y horarios dietéticos

Algunos expertos aconsejan establecer un horario de comidas saludables. Comer varias veces al día es preferible que centrar toda la energía y los nutrientes en un menor número de ingestas. Es ideal consumir 5 o 6 comidas al día y así disminuir el tamaño de las porciones para facilitar una mejor digestión.

2. Realizar ejercicios de manera regular

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, OPS, la actividad física regular mejora el rendimiento y la salud mental. Esta puede aumentar la concentración, la memoria y la atención, además del rendimiento laboral y académico.

Una buena rutina de ejercicios físicos también favorece la digestión y la regularidad del tránsito intestinal. Además, permite mejorar y conciliar el sueño.

3. Exponerse a la luz

De acuerdo con algunos expertos, exponerse al sol después de comer produce efectos beneficiosos similares a los de una siesta. Esta actividad mejora el rendimiento, la flexibilidad cognitiva y la capacidad antidepresiva.

Es aconsejable colocar una lámpara de luz brillante sobre el escritorio o en el lugar de trabajo y exponerse a ella después de almorzar.