Mantener un peso equilibrado es ‘indispensable’ para evitar desencadenar varios problemas de salud que, no necesariamente, aparecen de forma inmediata, pero cuyos efectos pueden hacerse notar con el paso del tiempo. Aquí ‘juega’ un papel central tanto la alimentación como a cuánta actividad física se somete regularmente el cuerpo.
Respecto al segundo punto, si bien es cierto que las ocupaciones diarias como el trabajo, cuidado de los hijos o estudio pueden limitar el tiempo libre, los especialistas hacen hincapié en buscar espacios. Es por ello que hasta las caminatas después del almuerzo toman relevancia cuando se trata de ponerle ‘punto final’ al sedentarismo.
El portal UnComo, cuyo contenido se centra en consejos a problemáticas habituales, enlista algunos tips para hacer ejercicio cuando se carece de tiempo: el primero es sacar provecho de las rutas habituales cuando se va al colegio u oficina (por ejemplo). Si es posible, se puede reemplazar el vehículo por la bicicleta o las caminatas.
Cuando se está en lugares públicos como centros comerciales, priorizar las escaleras normales en vez de las eléctricas es otra opción (pueden parecer pequeñas acciones; pero marcan la diferencia). Otra alternativa está asociada con los horarios de dormir y despertarse: se puede poner la alarma media hora antes y salir a correr o hacer estiramientos en casa.
La recomendación de nutricionistas
En el artículo ‘Psychology Today’ la especialista, Charlotte Markey, recogió algunas recomendaciones de nutricionistas para que perder peso no se convierta en intentos banales. Uno de los principales, conectado con lo mencionado anteriormente, es una transformación en el estilo de vida y mejor organización para que las excusas se queden atrás.
Markey recalca en que no se trata de suprimir por completo el ‘gusto’ por algunos alimentos, pero no convertirlos en una costumbre. Para ella, lo elemental para una “vida larga” es adoptar decisiones conscientes en la mayoría de los casos.
“Concéntrate en cambiar solo un hábito cada semana”. Esta será una acción que le aproximara a los propósitos de perder peso. “Recuerda que los cambios llevan tiempo. Muchas de nuestras costumbres actuales se han estado formando durante los años, así que sé paciente y amable contigo mismo”, explicó la experta Heather Robertson, según reseñó El Confidencial.
Otro consejo coincide con uno referido arriba y es priorizar algún tipo de actividad física, sin que sea ‘imprescindible’ inscribirse en un gimnasio (para algunos podría no resultar viable en términos de costos). Ese consejo es ahondado por el nutricionista, Joe Dixon, quien insta a vender el carro para que su uso no se convierta siempre en una “tentación”.
El Confidencial hace alusión a un tip de Lorie Sousa, para quien la reducción en las porciones de comida es más importante que la actividad física. Sin dejar de lado lo segundo, de ‘poco’ sirve practicar; por ejemplo, alguna rutina si las porciones alimenticias son desproporcionadas.
“Realiza actividades que te ayuden a comer alimentos saludables y raciones más pequeñas, como hacer una lista de las comidas sanas que te gustan”, y ser consciente de lo que se merca, resalta la experta.
Por otro lado; un consejo que defiende la especialista Peggy Policastro es promover un cambio de hábitos en los espacios más recurrentes o donde se suele comer. Por ejemplo, en el caso del comedor, ella apunta a dejar las verduras y frutas en lugares visibles, además de comer en recipientes un poco más pequeños.
Sugerencias adicionales son compartidas por el portal HealthLine como la reducción en los azúcares y carbohidratos y; en su lugar, darle prioridad a la proteína, frutas y verduras. El levantamiento de pesas al menos tres veces a la semana es otra alternativa.