Con el paso de los años, las personas comienzan a ponerle mucho más cuidado a la salud cardiovascular, pues esta comienza a deteriorarse si no se tienen en cuenta ciertos cuidados recomendados por los especialistas.
Las frutas, por ejemplo, hacen parte de esa dieta que ayuda a prevenir ciertos síntomas y que permiten disfrutar de un corazón saludable durante la vejez. Su gran cantidad de nutrientes y de propiedades, las hacen casi que obligatorias en las dietas que los especialistas recomiendan a la hora de mantener la salud cardiovascular.
En este sentido, enfermedades como la hipertensión o el colesterol alto, son mitigadas, en gran manera, por una alimentación equilibrada y balanceada, en la cual se incluyen diferentes frutas, como lo recomienda la Fundación Española del Corazón, la cual también habla de la inclusión de verduras de forma diaria.
En cuanto a la cantidad, los expertos también indican que es recomendable consumir cinco porciones de fruta o verdura al día.
¿Cuáles son las mejores frutas para cuidar el corazón?
Las frutas rojas se caracterizan por ser ricas en antioxidantes y en licopeno, sustancia que es bastante beneficiosa para la salud del corazón al disminuir los niveles de colesterol en la sangre y al ayudar a mantener en niveles óptimos la presión arterial.
En ese orden de ideas, la fresa es un gran aliado en este sentido; contiene flavonoides, esenciales para dilatar los vasos sanguíneos y para controlar la presión arterial.
Por su parte, la papaya también aporta un contenido importante de fibra, potasio y vitaminas. Los expertos aseguran que un consumo indicado de potasio y la disminución del sodio es una de las claves para mantener una excelente salud cardiovascular.
La manzana es otra de las aliadas del corazón, ya que reduce los niveles de azúcar en la sangre, controla el colesterol y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares gracias a su alto contenido de quercitina.
Los efectos que tiene el consumo de tomate verde en el organismo
El tomate verde es un alimento rico en fibra dietética, la cual sirve para apoyar “la función del aparato digestivo y permite que el organismo asimile de forma óptima las grasas”, es ideal para mejorar el tránsito intestinal y evita problemas de estreñimiento y distensión abdominal.
Otro de los beneficios del tomate verde es el apoyo en la producción de glóbulos rojos, que es la principal defensa del organismo para evitar agentes extraños que afectan al organismo.
Según el portal Cocina Vital, consumir tomate verde ayuda a mejorar la salud visual y previene enfermedades de tipo ocular, reduce la tensión y promueve la buena circulación sanguínea.
Si lo que se busca es combatir tanto la calvicie como la caspa, los tomates verdes poseen propiedades que resultan en una alternativa diferente para quienes han probado con diferentes productos sin, hasta ahora, encontrar una solución.
Por otro lado, la insuficiencia venosa puede transformarse en incomodidad y requiere ser tratada para evitar problemas futuros. Una receta maravillosa para acabar con las varices, sin recurrir a tratamientos demasiado costosos, tiene como ingrediente principal el tomate verde.
Las personas pueden adoptar este tratamiento de dos maneras distintas, pero el tomate es indispensable para ambas. El secreto está en este fruto, verde o maduro, que ayudará a combatir las varices.
Al consumir la pulpa del tomate puede sentir un ligero escozor. Esta zona del fruto es ácida, en especial, las semillas, es ahí donde el tomate contiene sus mejores propiedades para tratar el problema de las venas varicosas.
Investigadores del Instituto de Investigación Rowett, en Escocia, descubrieron los beneficios de los tomates para combatir la formación de coágulos, ese problema tan común en personas con problemas vasculares.
Según Cocina Vital, “el tomate verde se consume en México desde antes de la llegada de los españoles y se usa especialmente para preparar salsas, y platillos combinados con otros ingredientes como chile y maíz”, sin olvidar que contiene vitaminas y minerales como vitamina C y niacina, calcio y fósforo.