El consumo de frutas ayuda a reducir el riesgo de diferentes enfermedades gracias a su alto contenido en nutrientes y vitaminas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, una dieta saludable debería estar acompañada de al menos 400 gramos de frutas por día. Es decir, al menos cinco raciones cada 24 horas.

La sandía, o también llamada patilla, es una fruta con grandes beneficios para la salud. Posee propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, anticancerígenas, digestivas y antihipertensivas. Se caracteriza por la cantidad de agua que contiene, ayudando a la hidratación de la piel y el organismo.

La revista Health señaló en su portal que esta fruta es ideal para reducir la presión arterial, ya que contiene L-citrulina. Además, esta sustancia también es buena para mejorar la circulación muscular y por ende se mejora el rendimiento deportivo. De hecho, un estudio de 2013 publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry señaló que beber jugo de sandía antes de realizar alguna actividad física ayuda a reducir el dolor muscular.

Además, otro estudio que fue publicado en el American Journal of Hypertension reveló que los extractos de la sandía ayudaron a reducir la hipertensión y disminuir la presión arterial en personas con sobre peso.

Posee propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, anticancerígenas, digestivas y antihipertensivas. | Foto: Nicki Drab
Posee propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, anticancerígenas, digestivas y antihipertensivas. | Foto: Getty Images
El consumo de sandía ayuda a la hidratación del organismo. Foto GettyImages | Foto: Foto de GettyImages

Asimismo, según un estudio de la Universidad de Purdue, esta fruta ayudar a reducir el riesgo de presentar enfermedades cardíacas.

“Las sandías ayudan con la hidratación general, y eso es algo grandioso [...] Dicen que podemos obtener del 20 % al 30 % de nuestras necesidades de líquidos solamente a través de nuestra dieta, y alimentos como estos ciertamente ayudan. Además, su jugo está lleno de buenos electrolitos. Esto incluso puede ayudar a prevenir el golpe de calor”, dijo Angela Lemond, nutricionista registrada en Plano, Texas, y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética al portal de alimentación Actual FruVeg.

Adicionalmente, la sandía es un buen alimento para las personas con artritis. Los frutos rojos, como la, sandía, cereza, frambuesas, fresas y guayaba, se aconsejan porque contienen antocianinas, compuestos antioxidantes con propiedades antiinflamatorias.

La artritis es una enfermedad crónica que se caracteriza por hinchazón y sensibilidad en una o más articulaciones. Los dos tipos más comunes son la osteoartritis, también conocida como una afección degenerativa de las articulaciones, y la Artritis Reumatoidea (AR).

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, las características, gravedad y localización de los síntomas varían según la forma específica de la enfermedad. Por lo general, las afecciones reumáticas se caracterizan por presentar dolor y rigidez dentro y alrededor de una o más articulaciones.

“Los síntomas pueden manifestarse de manera gradual o repentina. Algunas enfermedades reumáticas también pueden implicar alteraciones en el sistema inmunitario y varios órganos internos”, precisa la citada fuente.

Recomendaciones ante la hipertensión

1. Reducir el exceso de peso y cuidar la cintura: bajar de peso es uno de los cambios en el estilo de vida más eficaces para controlar la presión arterial. Además, tener mucho peso alrededor de la cintura puede hacer que corra un mayor riesgo de padecer presión arterial alta.

2. Realizar ejercicio regularmente: la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar mínimo 30 minutos de caminata moderada. Lo vital es que tenga un gasto energético. Si tiene la presión arterial alta, el ejercicio puede ayudar a evitar que se transforme en hipertensión. Si ya tiene hipertensión, la actividad física regular puede reducir la presión arterial a niveles más seguros.

3. Llevar una dieta saludable: la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios. Por tal razón, es importante consultar a un experto para que lo guíe.

4. Disminuir el consumo de sodio: el efecto del consumo de sodio en la presión arterial varía entre un grupo de personas y otro. En general, limita el sodio a 2.300 mg por día o menos. Pero un consumo más bajo de sodio (1.500 mg/día o menos) es ideal para la mayoría de los adultos.

5. Limitar la cantidad de alcohol que se consume: esto también puede reducir la eficacia de los medicamentos para la presión arterial.

6. Dejar de fumar: eliminar este hábito puede reducir el riesgo de una enfermedad cardiaca y mejorar la salud en general. Las personas que dejan de fumar pueden vivir más tiempo que aquellas que nunca lo hacen, según la entidad sin ánimo de lucro.

7. Consumir menos cafeína: es posible que las personas que beben café con regularidad presenten un efecto leve o nulo en la presión arterial.

8. Bajarle al estrés: este factor puede contribuir a una presión arterial alta si la reacción al estrés es consumir alimentos poco saludables, beber alcohol o fumar.