Las frutas se caracterizan por aportar varios beneficios a la salud y estas deben incluirse diariamente en la alimentación, ya que sus propiedades ayudan a que el cuerpo tenga un buen funcionamiento y prevengan problemas como infecciones urinarias o limpien los pulmones.
De hecho, La Vanguardia reveló que la fruta que ayuda con las afecciones mencionadas es el mamoncillo, ya que tiene altas cantidades de vitamina C lo cual es ideal para fortalecer el sistema inmunológico, pues impide la proliferación de virus y bacterias.
Ahora bien, no solo aporta vitamina C, pues el Ministerio de Salud Pública de República Dominicana, señaló que también aporta vitamina A, vitamina B, agua, carbohidratos, grasa, calcio, hierro y fósforo.
Respecto al consumo, la manera más común en la que se ingiere es en su estado natural, como la gran mayoría de las frutas; solo basta romper su cáscara y disfrutar de la carne que posee el mamoncillo. No obstante se debe tener precaución, especialmente con los menores de edad, ya que su semilla es de un tamaño considerable y puede producir atragantamiento.
También se puede preparar un jugo y solo basta con hervir entre 50 y 60 mamoncillos en un litro de agua. Después, cuando se ha desprendido casi la totalidad de la pulpa se apaga el fuego, se sacan las semillas y se agrega azúcar al gusto.
Información nutricional por 100 gramos de mamoncillos
- Calorías: 0
- Agua: 70,1 g
- Proteínas: entre 0,51 y 1 g
- Grasa: entre 0,1 y 0,21 g
- Fibra: entre 1,1 y 2,6 g
- Calcio: entre 3,5 y 14,9 mg
- Fósforo: entre 9,9 y 23,6 mg
- Hierro: entre 0,45 y 1,21 mg
- Caroteno: entre 0,04 y 0,43 mg
- Triptófano: 16 mg
- Lisina: 19 mg
Ahora bien, el mamoncillo debe incluirse en una alimentación saludable que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye:
- 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día
- Menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres.
- Menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas.
- Se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
Entre tanto, la alimentación debe complementarse con hidratación y aunque el consumo diario de agua es diferente para los hombres y para las mujeres, por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita cerca de nueve.
Sin embargo, el consumo de agua puede variar dependiendo de las actividades que se realicen día a día. Por ejemplo, si la persona hace ejercicio debe consumir más agua, para cubrir la pérdida de líquidos. Asimismo, si el clima es cálido y se suda más, es recomendable aumentar la ingesta de agua, o si una mujer está embarazada, es posible que necesite más líquidos.
Además, es importante señalar que se pierde agua constantemente al orinar, sudar o incluso al respirar. Por ello, se necesita recuperar lo que se pierde y es recomendable beber un poco de agua cada vez que se vaya al baño, pues es una forma de mantener los niveles de hidratación constante.
De otro lado, la alimentación y la hidratación deben complementarse con ejercicio y se deberían realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.