Las semillas de amapola son principalmente conocidas en el mundo de la gastronomía por el sabor especial que le aportan a las comidas. Si bien sus beneficios medicinales son conocidos desde hace siglos, todavía se ignoran varias de sus bondades, o quizá no hay información suficiente sobre ellas.
Para empezar, las semillas de amapola son ricas en fibra y en grasas vegetales insaturadas y varios micronutrientes importantes para el cuerpo humano, según informa el sitio web de Leon The Baker.
Según el mismo portal, consumir tres cucharadas de estas semillas contiene el 28 % del valor nutricional diario de fibra recomendado para una persona adulta, lo cual ayuda a que el tránsito intestinal sea el adecuado para quien las tiene en su dieta.
Las semillas de amapola también se caracterizan por sus efectos positivos para la salud cardíaca.
“Su aporte de ácidos grasos poliinsaturados nos protege de enfermedades cardiovasculares. Su composición reduce los niveles de triglicéridos, y colesterol malo (LDL) en sangre. Los omega-9 favorecen el aumento del colesterol bueno (HDL). Los omega-6 mantienen la salud arterial favoreciendo el control de la tensión arterial. Por todo ello, las semillas de amapola cuidan nuestro corazón”, detalla el portal web La Vanguardia.
Pero estos no son los únicos beneficios de este alimento. Las semillas de amapola contienen grandes cantidades de calcio, con alrededor de 1.450 mg / 100 g. Solo un puñado de 30 gramos aporta el 54 % del calcio necesario al día.
Adicionalmente de sus factores nutritivos, este ingrediente se distingue por conservar un sabor suave y se puede adicionar de manera directa sobre un plato cocinado, como lo pueden ser verduras, sopas o pastas, lo que intensifica aún más su aroma.
Las otras semillas que también ayudan a la buena digestión
En los últimos años, las semillas de chía se han popularizado significativamente en las dietas para bajar de peso y en cuanto a la salud en general.
La revista International Journal of Molecular Sciences señala que la chía previene el estreñimiento y mejora la diversidad de la flora intestinal. Además, disminuye la inflamación muscular después de un ejercicio intenso y contribuye a reducir la sensación de apetito.
Además, sus efectos beneficiosos en la diabetes, el colesterol, la hipertensión, su potencial antioxidante, y sus propiedades laxantes y antiinflamatorias, entre otras, están confirmados científicamente, según una revisión de estudios publicada en Journal of Food Science and Technology.
Por otro lado, la llaman la reina de los omega-3, ya que es una excelente fuente vegetal de ácidos grasos poliinsaturados, en especial de ácido alfalinolénico (ALA), el precursor vegetal del omega-3, según el portal especializado en salud, Cuerpo y Mente.
Asimismo, las semillas de chía llenan el estómago y producen sensación de saciedad gracias a su gran capacidad de absorber líquidos. Además, regula los niveles de azúcar en la sangre y ayuda a evitar los antojos por los dulces.
De igual manera, es necesario destacar que con 30 gramos de chía se obtiene el 20 % de la cantidad de calcio recomendada, (mineral fundamental para mantener la estructura ósea).