Comer frutos secos como parte de una alimentación equilibrada resulta muy favorable para el organismo. Estos alimentos contienen ácidos grasos insaturados, vitaminas y minerales como: zinc, calcio, fósforo, magnesio, hierro y cobre, además de proteínas.
Se trata de un grupo genérico de productos compuesto por granos, semillas o frutas. Una de sus principales características es la baja concentración de agua y un elevado contenido en grasas saludables. De igual forma, contienen antioxidantes que se asocian con la prevención de enfermedades cardiovasculares y de otras relacionadas con el envejecimiento.
El portal Cuerpo Mente asegura que diversos estudios han evidenciado la importancia para la salud de su consumo diario y las bondades específicas que le brindan a órganos como el corazón y el sistema circulatorio.
Según el instituto Mayo Clinic, “las investigaciones han demostrado que comer frutos secos de manera frecuente disminuye los niveles de inflamación relacionada con la enfermedad cardíaca y la diabetes”. La mencionada institución asegura que incluir estos productos de manera regular en una dieta saludable brinda los siguientes beneficios al cuerpo.
- Mejoran la salud de las arterias.
- Disminuyen la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas.
- Reducen el riesgo de coágulos sanguíneos, que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- Disminuyen el riesgo de tener presión arterial alta.
- Bajan la posibilidad de muerte prematura debido a una enfermedad cardíaca.
Las bondades de las nueces
Uno de los productos de este grupo que más se consume son las nueces, ricas en ácidos grasos poliinsaturados, como el Omega-6 o linoleico y el Omega-3.
Según un estudio realizado por el Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (Barcelona) y citado por la revista Mejor con Salud, este alimento aporta: proteínas, fibra, antioxidantes, esteroles, minerales, vitaminas del grupo B y también la E.
Uno de los grandes beneficios que le otorga al organismo es que beneficia el sistema digestivo, favoreciendo el estado de la microbiota, que es el conjunto de microbios y bacterias que ayudan al buen funcionamiento de los intestinos.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos), comer nueces diariamente como parte de una dieta saludable se asocia con aumentos en ciertas bacterias que pueden ayudar a promover la salud. Además, esos cambios en las bacterias intestinales se asociaron con mejoras en algunos factores de riesgo de enfermedad cardíaca.
Según los científicos, la investigación publicada en The Journal of Nutrition, aboga por introducir las nueces como parte de una dieta saludable. Aseguran que comer 50 gramos de nueces al día como parte de una dieta saludable podría ser una buena forma de ayudar a la salud intestinal y reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
En la misma línea se evidencia un análisis realizado por la Universidad de Illinois, en el cual se sugiere que la ingesta de este fruto seco puede promover una composición más saludable de la microbiota intestinal. Este hecho se relaciona con una mejor salud intestinal e incluso a nivel general.
A esto se suma que estos alimentos son ricos en fibra, por lo que facilitan el tránsito intestinal, previniendo el estreñimiento y evitando afecciones como la inflamación abdominal y los dolores estomacales.
Otros beneficios para el organismo
Estos frutos secos son ricos en polifenoles, unos compuestos con actividad antiinflamatoria y ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares. Mejor con Salud refiere un estudio realizado por el National Institute of Food and Drug Safety Evaluation (Corea), según el cual este alimento ayuda a reducir los niveles altos de todos los tipos de colesterol, excepto el llamado “bueno” o HDL.
También se dice que es útil para obtener una mejor circulación sanguínea. Esto se debe a la concentración de vitamina B3 que contiene. Por último, gracias a que son fuente de grasas poliinsaturadas, vitamina E y polifenoles, las nueces ayudarían a proteger el cerebro del daño oxidativo e inflamatorio. Por esto resultarían un alimento positivo para un mejor funcionamiento de las neuronas y de la actividad cerebral.