Normalmente, el cuerpo suele presentar distintas dolencias a causa de enfermedades o lesiones que pueden comprometer distintos músculos y que dejan fuertes dolores musculares.
De hecho, Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indica que este tipo de dolencias también puede involucrar ligamentos, tendones y fascia, que son los tejidos blandos que conectan los músculos, huesos y órganos.
Entre las causas más frecuentes de los dolores musculares está la tensión, la sobrecarga o la lesión muscular por ejercicio o esfuerzo físico. Este tiende a comprometer músculos específicos durante o justo después de la actividad.
Asimismo, los dolores musculares pueden ser causados por enfermedades que afectan todo el cuerpo, por ejemplo, infecciones como la gripa o trastornos que afectan los tejidos conectivos en todo el cuerpo, como el lupus.
Otra causa del dolor muscular es la fibromialgia, una afección que, según el portal en mención, provoca sensibilidad en los músculos y tejidos blandos circundantes, dificultades para dormir, fatiga y dolores de cabeza.
De este modo, cuando se presenta dolor muscular por sobrecarga o lesión, los expertos aconsejan descansar la parte afectada del cuerpo y aplicar hielo dentro de las 24 a 72 horas posteriores a la lesión, con el fin de reducir la inflamación y el dolor, y después aplicar calor.
Adicional a ello, la medicina tradicional ofrece múltiples alternativas aromáticas como la valeriana, que se destaca entre las infusiones relajantes musculares por ser una excelente opción para reducir los dolores musculares y articulares, contracturas, calambres, neuralgias y espasmos.
El poder relajante de la valeriana
La valeriana tiene la capacidad de actuar como un relajante muscular. Gracias a los ácidos isovaléricos presentes en esta planta, se puede evitar que las personas sufran lesiones serias. Incluso, ante la presencia de dolores de cabeza, se puede consumir para aliviar esta afección.
Además de sus propiedades relajantes, también favorece la buena digestión. De hecho, se le atribuye la capacidad de eliminar los gases y sus efectos en el cuerpo.
No obstante, también se alerta de posibles efectos secundarios y contraindicaciones debidos al consumo de esta planta. Esto tiene que ver con la relajación natural que produce, la cual podría ser contraproducente. Por ello, está contraindicada para algunos grupos de personas de manera específica.
Por ejemplo, no es recomendable para las personas que estén tomando algún antidepresivo, antiepiléptico o somnífero, porque la ingesta de valeriana podría multiplicar su efecto.
También está contraindicada para mujeres embarazadas y aquellas que están en el periodo de lactancia, pues podría afectar al bebé. Por último, como causa sueño, no es aconsejable que la tomen personas que van a conducir.
¿Cómo se consume la valeriana?
La forma más frecuente en la que se consume la valeriana es a modo de infusión o té, de tal forma que se extraigan sus propiedades y sea fácil de ingerir. Para este tipo de preparaciones, solo es necesario añadir unas cuantas flores de la planta a una taza con agua caliente y luego esperar a que se infusione la bebida.
No obstante, es debido tener unas precauciones sobre su ingesta. De acuerdo con el portal de salud unCOMO, lo primero que se debe tener en cuenta es que su consumo está restringido para los menores de edad, especialmente si no se cuenta con una recomendación profesional.
Tampoco se aconseja su consumo a las mujeres en estado de gestación o lactantes, por los efectos que pueda tener sobre el bebé.
Efectos secundarios del consumo de valeriana
El sitio web precisa que cuando su uso no es moderado, es decir, cuando se usa por tiempo prolongado, sus efectos son contrarios: insomnio, irritabilidad, dolores estomacales, cefaleas, entre otros.
Es importante contar con la supervisión de un profesional de la salud. Por ser un sedante, la valeriana no debe ser consumida por quienes tengan trastornos de ansiedad o depresión ni por quienes toman medicamentos.
Asimismo, su consumo se debe suspender antes de una cirugía, dada la actividad que ejerce sobre el cerebro.