Se trata de una contracción de los músculos que se produce de manera involuntaria tras haber realizado una mala fuerza o un esfuerzo excesivo. Hablando de la espalda, el grupo muscular de esa zona se ve afectado y se tensiona, generando dolor e incomodidad.
El dolor de espalda crónico se presenta en la zona lumbar baja y se caracteriza por su duración persistente. Esta afección puede estar asociada a dolor ciático o presentarse aisladamente. De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra, “es una enfermedad que surge a partir de los 40 años, debido a la degeneración de la columna vertebral y es la principal causa de absentismo laboral y de los motivos de consulta en los servicios de Traumatología y Cirugía Ortopédica”.
Otro tipo de dolor o lesión frecuente en los músculos de la espalda son los lumbagos o las lumbalgias, las cuales se presentan cuando hay dolor localizado en la parte baja de la espalda, que se da por lo general con la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral.
Al respecto, el director del Departamento de Fisioterapia de la Universidad de Valencia, José Casaña Granell, en diálogo con el portal CuídatePlus, explicó que: “La lumbalgia se define como dolor muscular en la zona lumbar (L1-L5), que conlleva un aumento del tono y de la rigidez muscular”.
Este tipo de afección impacta tanto a personas jóvenes, como adultas y mayores, y se presenta no sólo en profesiones que requieren un alto nivel de esfuerzo físico, sino que también en aquellos que son sedentarios.
Para cualquiera de las dos afecciones musculares mencionadas en anterioridad, la sintomatología principal aparece con un dolor persistente y punzante en la zona lumbar baja. Asimismo, esta sensación de ardor y tensión se puede presentar en partes cercanas a la columna baja, como por ejemplo en la cara posterior del glúteo, los genitales o la zona inguinal, la parte lateral del muslo o la pierna, aunque en estos dos últimos no es tan frecuente.
Cabe resaltar que con frecuencia se asocia este tipo de dolores lumbares crónicos con caídas, movimientos bruscos o levantamiento de peso exagerado. Sin embargo, en algunas ocasiones las personas presentan un dolor de espalda y les parece inofensivo, por lo que no le dan un tratamiento, el cual con el paso del tiempo puede empeorar.
El lumbago crónico puede provocar mareos, fiebre y cansancio. Según explicó Vital Clinic, en algunos casos, estar recostado es la única solución sin medicamento para sobrellevar el dolor.
Respecto a las diferentes maneras de prevenir este tipo de dolores, el director médico de la Fundación Kovacs, Mario Gestoso, afirmó que “para evitar el dolor de espalda es recomendable hacer ejercicio o, en todo caso, mantenerse físicamente activo, evitar el sedentarismo, adoptar una actitud mental valiente ante el dolor y cumplir las normas de higiene postural destinadas a realizar las actividades cotidianas de forma que la espalda soporte la menor carga posible”.
Por su parte y retomando las declaraciones de Casaña, quien aseguró que una de las primeras formas de prevención frente a este tipo de lesiones son muy sencillas, ya que se puede empezar por corregir la postura, movimientos o fuerzas que hayan provocado este daño.
“Desde la fisioterapia se plantean diversas acciones para evitar posibles recaídas. Entre las medidas, primero se corrigen las posturas o gestos que hayan producido la lesión. En este sentido, al paciente se le educa de las correctas normas de higiene postural y ergonomía, con el objetivo de mejorar sus posturas al sentarse, tumbarse, subir o bajar escaleras o al cargar objetos”, concluyó el director del Departamento de Fisioterapia de la Universidad de Valencia.