Para muchos el desayuno es la comida más importante del día, pues es la primera ingesta y sirve para recargar energías.

Expertos recomiendan incluir los alimentos ricos en fibras para que la calidad de esta comida suba, pues estos benefician en gran medida la salud intestinal, el colesterol bajo y ayudan a mantener niveles estables de azúcar en la sangre.

Algo similar pasa con las proteínas, pues son una fuente de aminoácidos que fortalecen los músculos, huesos y la reparación de los tejidos, sumado a la importancia que tiene este nutriente a la hora de combatir infecciones.

Así las cosas, el cardiólogo estadounidense Leonard Pianko, dijo, de acuerdo con Infobae, que: las fibras benefician al sistema digestivo, pues: “lo ayuda a sentirse satisfecho después del desayuno; ayuda a reducir su colesterol LDL (malo) y se encuentra en muchos alimentos de desayuno a base de plantas llenos de vitaminas y minerales, que son muy importantes para el corazón. La fibra puede ser un factor clave para reducir la presión arterial y el colesterol, que son dos factores de riesgo de enfermedades cardíacas”,

En ese sentido, explicó que las proteínas saludables para el órgano vital son granos integrales, huevos, nueces o pescado, y benefician al organismo en general: “la proteína en el desayuno puede aumentar su salud muscular y cerebral además de su salud cardiovascular. Las formas grasas de pescado como el salmón ahumado están llenas de proteínas y ácidos grasos omega-3, que están relacionados con una vida más larga”.

“Las nueces, las semillas y las legumbres están relacionadas con la protección contra el colesterol alto porque tienen un alto contenido de antioxidantes y fitonutrientes. Una de estas fuentes de proteínas de origen vegetal en el registro también puede reducir la presión arterial , otra marca de verificación en la lista para la salud cardiovascular”, puntualizó.

¿Cuándo preocuparse por un dolor en el pecho?

El dolor de pecho aparece de muchas formas, desde una punzada intensa hasta un dolor sordo y en ocasiones se puede sentir como una sensación de opresión o ardor, de acuerdo Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

En otros casos, el dolor se desplaza por el cuello, llega a la mandíbula y luego se propaga a la espalda, por un brazo o ambos.

Además, la entidad indicó en su portal web que el dolor en el pecho puede causar muchas sensaciones distintas según lo que está provocando el síntoma. A menudo, la causa no tiene nada que ver con el corazón, aunque no es fácil determinar esto sin consultar con un proveedor de atención médica, pero por lo general la molestia en el pecho relacionada con un ataque cardíaco o con otro problema del corazón se puede describir o relacionar con una o más de las siguientes:

- Presión, inflamación, ardor u opresión en el pecho.

- Dolor aplastante o quemante que se extiende hacia la espalda, el cuello, la mandíbula, los hombros y uno o ambos brazos.

- Dolor que dura más de unos pocos minutos, empeora con la actividad, desaparece y vuelve a parecer, o varía en intensidad.

- Falta de aire.

- Sudor frío.

- Mareos o debilidad.

- Náusea o vómitos.

De igual forma, señaló que el dolor de pecho que es menos probable que esté relacionado con un problema cardíaco se suele asociar con lo siguiente:

- Un sabor agrio o la sensación de que los alimentos vuelven a la boca.

- Dificultad para tragar.

- Dolor que mejora o empeora cuando cambias la posición del cuerpo.

- Dolor que empeora cuando respiras profundo o cuando toses.

- Sensibilidad cuando te oprimes el pecho.

- Dolor que persiste por muchas horas.

Por tal razón, la entidad sin ánimo de lucro reveló que se debe consultar a un médico cuando se siente un dolor en el pecho nuevo o sin causa aparente, o si se sospecha que se está teniendo un ataque cardíaco.

Asimismo, se debe consular a un médico si se siente presión o compresión o si el dolor de pecho viene acompañado de náusea, sudor, mareo o falta de aire.

De otro lado, Mayo Clinic reveló que los medicamentos utilizados para tratar algunas de las causas más frecuentes del dolor de pecho comprenden:

- Relajantes arteriales. Su función es relajar las arterias del corazón para que la sangre fluya con mayor facilidad a través de los espacios estrechos.

- Trombolíticos. Si está teniendo un ataque cardíaco, es posible que administren estos medicamentos para disolver coágulos. Su función es disolver el coágulo que está bloqueando el paso de la sangre hacia el músculo cardíaco.

- Anticoagulantes. Si se tiene un coágulo en una arteria que suministra sangre al corazón o a los pulmones, administrarán medicamentos que inhiban la coagulación de la sangre para prevenir la formación de nuevos coágulos.

- Medicamentos supresores del ácido. Si lo que causa el dolor de pecho es el ácido estomacal que sube por el esófago, el médico puede indicar medicamentos que reduzcan la cantidad de ácido del estómago.

-Antidepresivos. Si se padece un ataque de pánico, el médico puede recetar antidepresivos para ayudar a controlar los síntomas. También es posible que recomienden terapia psicológica, como la terapia cognitiva conductual.

De todos modos, antes de consumir algún medicamento o iniciar un tratamiento lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.