La pandemia de covid-19 tiene en vilo al mundo. Ante la preocupación y la inquietud, en diferentes países se ha emprendido una carrera por encontrar soluciones para hacerle frente. Países como Israel, Estados Unidos e Inglaterra están poniendo todos sus esfuerzos por encontrar una vacuna. Asimismo, profesionales de diferentes sectores han unido sus fuerzas para ayudar a la sociedad a evitar la expansión del virus. Este es el caso de un grupo de ingenieros colombianos. Apoyándose en la nanotecnología, crearon un guante que tiene la capacidad de proteger a las personas del inminente contagio del virus. El guante posee tres funciones principales: limpiar su propia superficie, desinfectar superficies al contacto, y prevenir la presencia de agua en las zonas del guante que pueden entrar en contacto con la cara. Esto quiere decir que esta creación puede “inactivar el virus causante de la covid-19 de cualquier superficie que toca, mientras la deja desinfectada por un tiempo prolongado”.
‘Glavü’, denominado así por sus creadores, limpia su propia superficie gracias a los materiales que logran repeler cualquier partícula de agua, como la saliva. “El sistema del guante permite que el agua que puede estar en contacto con la superficie no permanezca en esta zona. Esto minimiza la probabilidad de que el virus se aloje allí, ya que la gente suele llevar los dedos a la cara”, cuenta Johann Faccelo Osma, ingeniero electrónico y de Procesos y doctor en Ingeniería Química, Ambiental y de Procesos. Sobre la función de limpiar las superficies externas, de acuerdo con Mauricio Reyes, ingeniero industrial, lo que hicieron fue analizar las limitaciones de los guantes comunes, así como el comportamiento de las personas en espacios de alto tráfico. Osma explica que el problema con los guantes que se compran generalmente es que “no permanecen estériles”. Es decir, que a medida que van tocando los objetos, se van contaminando. “Lo mejor que uno debería hacer, así como hace con las manos, es irlos desinfectando. Sin embargo, la gente no tiene la costumbre de hacerlo. Por eso decidimos incoporarle varias características. Una de ellas es que posee una unidad dispensadora de desinfectante propia”, agrega. ¿Cómo funciona?Al presionar la mano contra una superficie, a través de la válvula ubicada en la palma de la mano, se expulsa una dosis del desinfectante nanoestructurado. La textura rugosa del guante facilita la distribución del desinfectante sobre la superficie de contacto. De acuerdo con Osma, “el desinfectante tiene la propiedad de adherirse mejor y por más tiempo a las superficies, en comparación con los desinfectantes corrientes”.
Foto: cortesía toma de video.
Sometido a pruebasLos ingenieros sometieron a examen el desinfectante, codesarrollado entre la empresa Multinsa y la Universidad de los Andes. Se le practicaron pruebas antivirales, antibacterianas y de permanencia en las superficies en los laboratorios de la Universidad de los Andes, encabezadas por el Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, con la participación de los departamentos de Ingeniería Biomédica, Ingeniería Química y Microbiología.De acuerdo con los ingenieros, en las pruebas obtuvieron resultados positivos con el producto, pues “se comprobó que se mantiene hasta por 24 horas en diferentes materiales, tales como plástico, vidrio y metales”. Asimismo, según explica Osma, “se logró una combinación perfecta entre el tipo de desinfectante, la calibración del dispensador para esparcir la dosis adecuada y los distintos materiales utilizados en la confección del guante”. Ahora están el proceso de lograr la producción industrial. “La idea es sacarlo al mercado y que esté al alcance de la comunidad”, dice Osma.
En la foto, de izquierda a derecha: Erika Van den Bergue, Johann Faccelo Osma, Mauricio Reyes y John Osma. ¿Cómo está conformado el equipo?Detrás de esta invención se encuentra un equipo de investigadores de la empresa desarrolladora de proyectos de innovación y tecnología Innovation & Technology y de Inventta, especializada en consultoría para la innovación. Está compuesto por cuatro personas. Los líderes de la idea, quienes se encargaron de los aspectos técnicos son Johann Faccelo Osma, ingeniero electrónico y de Procesos y doctor en Ingeniería Química, Ambiental y de Procesos, y Erika Van den Bergue, ingeniera de sistemas con maestría en Ingeniería Industrial y consultora de Inventta y quienes manejaron los aspectos de planeación son Mauricio Reyes, ingeniero industrial, gerente y fundador de Inventta y John Osma, ingeniero de sistemas y especialista en alta gerencia, CEO de Innovation and Technology.