En medio del debate mundial sobre los orígenes del coronavirus que ha llevado a solicitar nuevas investigaciones para determinar si es natural o producto de un accidente de un laboratorio, se conoció un nuevo estudio que abre espacio a una nueva teoría.
Según científicos del Instituto Nazionale Tumori (Instituto Nacional del Cáncer) de Milán, algunos estudios señalan “que podría haber existido una circulación anterior no detectada de SARS-CoV- tal como se ha documentado en varios trabajos en diferentes países”.
A esa conclusión llegaron tras hacer un análisis de la cronología de la propagación del coronavirus en Italia.
El estudio, que está pendiente de revisión por pares para confirmar los resultados, estableció que la repetición de pruebas de una pequeña cantidad de muestras de sangre prepandémicas por 2 laboratorios había indicado la presencia de anticuerpos que normalmente se observan después de las infecciones por coronavirus.
“Los resultados de este nuevo análisis sugieren que lo que informamos previamente en pacientes asintomáticos es una señal plausible de circulación temprana del virus en Italia”, señaló a Financial Times uno de los investigadores, Giovanni Apolone.
Agregó que “si esto se confirma, explicaría la explosión de casos sintomáticos observados en Italia [en 2020]. El Sars-Cov-2, o una versión anterior, circulaba silenciosamente, bajo la superficie”.
De acuerdo con la investigación, los laboratorios encontraron 3 muestras positivas para el anticuerpo IgM, asociado a una infección reciente por coronavirus, y la más antigua de ellas data del 10 de octubre de 2019.
Así mismo, otra prueba realizada el 5 de febrero de 2020, también dio positivo en los llamados anticuerpos neutralizantes, pero ninguna de las muestras contenía niveles suficientemente altos de cada uno de los 3 tipos de anticuerpos que los científicos exigen para que se pueda considerar una prueba de infección: IgM, anticuerpos neutralizantes y el tipo IgG.
Para los científicos, esto permitirá concluir que el coronavirus circulaba por Italia en la época prepandémica, e incluso antes de esos primeros casos de coronavirus detectados en Wuhan en diciembre de 2019.
Sin embargo, los estudios no son determinantes por el momento, ya que se deben adelantar otros análisis a la información publicada antes de ser concluyente.
“Los resultados podrían poner de relieve la circulación del SARS-CoV-2 en el periodo prepandémico y contribuir a predecir mejor la futura dinámica del virus”, indicaron finalmente los autorides del estudio.
China denuncia “arrogancia” de la OMS por querer investigar el origen del covid
China rechazó este jueves la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de auditar laboratorios chinos como parte de una investigación más amplia sobre el origen de la pandemia de covid-19 diciendo que era “arrogante”.
Esta propuesta es “una falta de respeto al sentido común y arrogante hacia la ciencia”, declaró a la prensa el viceministro chino de Salud, Zeng Yixin, que dijo que estaba “extremadamente sorprendido”.
La semana pasada el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, propuso efectuar “controles de los laboratorios o establecimientos de investigación activos en la región donde se identificaron los primeros casos en diciembre de 2019”, una referencia a la ciudad china de Wuhan, epicentro de la pandemia que sacude al mundo.
El 31 de diciembre de 2019, China reveló a la OMS la existencia de un brote de casos de pulmonía en Wuhan.
La teoría de un escape de un laboratorio chino fue impulsada por el la administración estadounidense de Donald Trump (2017-2021), pero descartada por los expertos durante mucho tiempo.
Sin embargo, en las últimas semanas vuelve a ser tomada en cuenta en Estados Unidos.
China combate enérgicamente la teoría de que el covid-19 puede haberse originado en uno de sus laboratorios, en particular el Instituto de Virología de Wuhan, y expandido debido a un escape.
Por otra parte, las autoridades y medios de comunicación chinos señalan regularmente al laboratorio de Fort Detrick, en Estados Unidos, como fuente del covid-19.
Ubicado cerca de Washington, este laboratorio está en el corazón de la investigación estadounidense contra el bioterrorismo.
Según el Global Times, un diario chino de tono claramente nacionalista, cinco millones de usuarios de Internet en ese país firmaron una petición para abrir una investigación sobre Fort Detrick.
“No hubo escape”
Por su parte, uno de los responsables del Instituto de Virología de Wuhan, Yuan Zhiming, afirmó este jueves que no hubo “ningún escape de patógenos” ni “infección accidental del personal” desde la apertura de este centro en 2018.
El viceministro chino de Salud, Zeng Yixin, respondió a lo que calificó de “rumores” insistiendo en que el laboratorio “nunca llevó a cabo investigación de ganancia de función en coronavirus, ni tampoco en un supuesto virus creado artificialmente”.
Sus declaraciones están relacionadas con el tipo de investigación científica que se señala como el origen de una posible fuga.
Bajo una presión creciente por que se investigue el origen del covid-19, la OMS solo fue capaz de mandar una misión de expertos internacionales a Wuhan en enero, más de un año después de la aparición del virus.
Recientemente, la agencia de salud de las Naciones Unidas acusó a China de no haber proporcionado los suficientes datos brutos durante esta primera parte de la investigación. Su director general pidió a Pekín que “fuera transparente, abierta y que coopere” en la segunda fase, que incluye auditar laboratorios chinos.
Además, Tedros Adhanom Ghebreyesus pidió más estudios en los mercados de animales de Wuhan y de sus alrededores.
La respuesta de las autoridades chinas llega pocos días antes de la visita que este fin de semana realiza al país Wendy Sherman, subsecretaria de Estado de los Estados Unidos, con el objetivo de recuperar las deterioradas relaciones entre ambos países.
Se trata de la visita de mayor nivel diplomático de la administración del presidente Joe Biden, en un momento de máxima tensión con China por las críticas cruzadas en torno al origen de la pandemia, los derechos humanos y la ciberseguridad.
Con información AFP