El número de pacientes con cáncer de piel está en aumento. Más del 80 % del total de casos de cáncer en el mundo corresponde a lesiones en la piel. El melanoma es tal vez el más conocido, pero el menos frecuente. Los otros dos tipos, el basocelular y el escamocelular, aportan la mayoría de casos. Reconocer y consultar al médico por algún cambio en la piel es muy importante en el momento de prevenir este tipo de neoplasias.La exposición a luz ultravioleta es la principal causa de aparición de melanoma. Las personas de piel clara que se queman con facilidad después de estar bajo el sol son las que tienen más riesgo de presentar este tipo de lesiones. Esto se debe a que la intensidad de los rayos UV aumenta entre las 10 de la mañana y las dos de la tarde. Por eso, lo mejor es evitar la exposición al sol durante estas horas del día.El antecedente familiar es otro factor de riesgo, al igual que las personas que tienen manchas gigantes o muchos lunares. Las personas que tienen más de 50 lunares de un tamaño superior a dos milímetros tienen 64 veces más probabilidad de padecer esta neoplasia.Los otros dos tipos de cáncer, el basocelular y el escamocelular, son los más frecuentes. La mayoría de pacientes que los padecen son los hombres y los ancianos. Al igual que el melanoma, su aparición puede ser desencadenada por una exposición irresponsable a luz del sol. Una lesión nueva en la piel que en poco tiempo empiece a crecer o a cambiar de color debe encender las alertas para consultar un especialista.La Liga Colombiana contra el Cáncer recomienda el uso de bloqueadores solares, usar ropa larga para proteger la piel expuesta y usar lentes de sol. Identificar los lunares del cuerpo que han cambiado en color, tamaño, bordes, simetría, y el tiempo de aparición puede ayudar a los médicos a hacer un diagnóstico oportuno.La mayoría de los melanomas son irregulares, de colores rojizos de distintos tonos, de un tamaño mayor a medio centímetro, en ocasiones sangran y se inflaman. La localización de estas lesiones se da en las partes que reciben mayor exposición a luz solar. Este tipo de neoplasias hace metástasis con facilidad, lo que hace más difícil el tratamiento. Por esto un diagnóstico temprano es muy importante para disminuir la mortalidad que genera un melanoma.El calentamiento global, las altas temperaturas y la pérdida de la capa de ozono han aumentado los niveles de radiación ultravioleta. Ciudades tradicionalmente de clima frío, como Bogotá, tienen temporadas de verano largas e intensas que hacen que la gente se exponga más al sol. El uso recreativo en cámaras de bronceo o asolearse en parques o lugares públicos sin medidas de protección hace que la gente tenga más riesgo de padecer este tipo de cáncer.La luz ultravioleta causa un daño progresivo y los daños de la exposición no se verán inmediatamente sino con el paso de los años. Inculcar a los niños desde pequeños la importancia del uso de bloqueadores y el cuidado de la piel crea conciencia de la importancia de disminuir el número de casos de neoplasias en la piel.Debido a que la vitamina D se sintetiza a partir de la luz solar, se recomienda tomar suplementos para que de esta manera no sea necesario exponerse a la radiación y no tener problemas de déficit de esta vitamina, lo que también podría traer problemas de osteoporosis en el futuro. El consumo de antioxidantes como alimentos ricos en vitamina C; betacarotenos como los que tienen las zanahorias, las sandías y los melones pueden frenar el crecimiento de lesiones premalignas.Un día en la playa suele ser lo que todos quieren, pero de no tomar las medidas de protección necesarias, un baño de sol se puede convertir en una pesadilla. El cuidado de la piel y la exposición responsable al sol son recomendaciones básicas para disminuir este tipo de cáncer que parece ir en aumento por el cambio en las condiciones del clima.