El romero posee hojas finas y alargadas que son muy aromáticas. Por ello, estas hojas frescas o secas, se usan para condimentar carnes, asados, guisos de pescado y salsas como las del tomate o bechamel.
Como en el resto de casi tosas las especias, la ración de romero usada en gastronomía se aproxima a un gramo. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, esta cantidad pequeña se considera poca como para realizar aportes significativos de nutrientes a la dieta.
Sin embargo, la institución destaca que dentro de dicha ración se puede encontrar gran cantidad de hierro y vitamina B. Además, las hojas de romero contienen taninos (moléculas útiles para la salud humana), vitamina C, ácido rosmarínico y el alcaloide rosmaricina (responsable del efecto estimulante).
Así mismo, su contenido en aceite esencial le confiere una acción antiséptica, analgésica, cicatrizante y estimulante del cuero cabelludo, si se usa sobre la piel. Estas últimas propiedades vuelven el romero un producto efectivo para aliviar el dolor en las articulaciones.
Incluso, el portal especializado Salud 180 explicó cómo realizar una crema a base de esta planta que aminore las molestias causadas por enfermedades en los huesos como la artritis u otras condiciones que producen rigidez y dolor en las articulaciones.
Para realizarla se necesitan: cuatro ramitas de romero seco, aceite de oliva y tres cucharadas de manteca de karité.
Preparación y uso:
1. Trozar las ramas de romero y meterlas en un envase que después se pueda tapar.
2. Cubrir todas las ramas con aceite de oliva y cerrar el frasco.
3. Dejar reposar durante tres semanas en un lugar seco y oscuro.
4. Agitar el envase diariamente para que se macere correctamente.
5. Pasado el tiempo, sacar las ramas de romero y pasarlas por un mortero.
6. Meter el resultado nuevamente en el frasco con el aceite.
7. Esperar otros tres días y colar el aceite para verterlo en otra botella oscura que lo mantenga en buen estado.
8. Derretir la manteca de karité a baño María.
9. Agregar una cucharada del aceite de romero que se preparó y revolver.
10. Dejar enfriar un poco y guardar la mezcla en tarros hasta que solidifique.
11. Aplicar con masajes suaves en donde haya dolor articular, sobre todo en manos y rodillas.
Cabe resaltar que cuando se presentan afecciones en las articulaciones, además del remedio anterior, una de las mejores formas de tratarla es con el ejercicio, aunque la actividad física no debe implicar forzarlas.
“Algunos ejemplos incluyen caminar, andar en bicicleta y nadar. Hacer actividad física también puede retrasar el comienzo de la discapacidad relacionada con la artritis y ayudar a las personas con artritis a manejar otras afecciones crónicas como la diabetes, la enfermedad cardíaca o la obesidad”, señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC, por sus siglas en inglés).
Para las personas que tienen artritis, una de las principales causas de las molestias articulares es el sedentarismo pues realizar ejercicio puede generar preocupación porque se puedan presentar posibles lesiones. Para evitar esto y hacerlo de forma segura, los CDC brindan varias recomendaciones:
- Comenzar con poca actividad física y aumentar poco a poco.
- Cambiar la actividad cuando los síntomas de la artritis se incrementen.
- Realizar ejercicios que no lleven a esforzar las articulaciones.
- Practicar ejercicio en lugares seguros.
- En caso de tener dudas, consultar a un doctor para conocer a profundidad cómo se puede realizar actividad física teniendo esta condición.